El presidente brasileño, Michel Temer, nombró ayer como nuevo canciller al senador Aloysio Nunes, un furibundo “antibolivariano” que en su juventud militó en el Partido Comunista y tomó las armas contra la dictadura en la década de 1960.
LOS TIEMPOS

Brasilia | EFE
  
Nunes, abogado de 71 años y desde hace dos décadas en el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fue designado por Temer para cubrir la vacante por la renuncia de José Serra, también de esa formación y quien dejó el cargo hace 10 días por problemas de salud.
 
En la elección de Nunes pesó su larga experiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, pero también las imposiciones de lo que en Brasil califican de “presidencialismo de coalición”, que no es más que una forma de repartición de cargos en el gabinete entre varios partidos a cambio de apoyo parlamentario al Gobierno.
 
Desde que Temer asumió el poder en mayo del año pasado, primero de forma interina y luego definitiva a partir de agosto una vez que se concretó la destitución de Dilma Rousseff, la Cancillería fue una “cuota” del PSDB en su Gobierno y, de hecho, fue esa formación la que sugirió a Nunes para cubrir la vacante dejada por Serra.
 
El nuevo canciller, al igual que su antecesor, es un permanente y duro crítico de los Gobiernos “bolivarianos”, con los que Serra se ocupó de romper todos los puentes construidos durante los 13 años en que Brasil fue gobernado por Rousseff y por Luiz Inácio Lula da Silva.
 
Durante su breve gestión, Serra fue la imagen fiel del talante conservador del actual Gobierno brasileño y mantuvo duras posiciones contra los países del “eje bolivariano” y en especial con Venezuela, que acabó suspendida del Mercosur tras las presiones ejercidas por Brasil, Argentina y Paraguay.
 
Con Nunes en la Cancillería, todo apunta a que se mantendrá esa misma línea.