EL MUNDO
A dos años de que finalice el contrato de compra-venta de gas natural entre Bolivia y Brasil, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, cree que puede ser mucho más ventajoso que se abra el abanico de clientes para el gas boliviano porque se puede negociar mejores precios.
El miércoles el embajador brasileño en Bolivia, Raymundo Santos Rocha, dijo que el nuevo contrato de compraventa de gas natural con Brasil se ajustará al nuevo contexto energético de Brasil, de hecho en los últimos meses la demanda de gas boliviano por parte de este país ha sido muy baja. Cuando Álvaro Ríos habla de una probable ventaja lo hace pensando de que el 2019 no solo se va negociar un nuevo contrato con Petrobras, sino que también van a entrar en la puja distribuidoras de gas, termoeléctricas y grandes industrias. Agregó que se tiene que ver cuál va ser la fórmula de precios en función a la que se va a negociar el nuevo contrato.
Lo otro que Bolivia debe hacer es identificar a los compradores, ver cuáles son los volúmenes mínimos y máximos que pueden requerir. También se debe ver cómo Bolivia va a respaldar esos contratos de compra-venta que pretende hacer y ahí juega un papel muy importante la cantidad de reservas de gas certificadas que tenga Bolivia el 2019. “10 TCF no es suficiente para negociar por ejemplo un contrato de 20 años, teniendo en cuenta que todavía tenemos que mandar gas a la Argentina, donde tenemos un contrato a 10 años, esos 10 TCF están comprometidos en algo con la Argentina”, aseveró Álvaro Ríos.
Según el exministro, Brasil ha sido el mejor cliente para el gas boliviano en la Era republicana. De acuerdo a datos del IBCE, en el año 2016, de excluirse las ventas de gas natural, la balanza comercial con Brasil sería deficitaria en $us 1.417 millones de dólares, entonces la exportaciones serían solo $us 65 millones.
A dos años de que finalice el contrato de compra-venta de gas natural entre Bolivia y Brasil, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, cree que puede ser mucho más ventajoso que se abra el abanico de clientes para el gas boliviano porque se puede negociar mejores precios.
El miércoles el embajador brasileño en Bolivia, Raymundo Santos Rocha, dijo que el nuevo contrato de compraventa de gas natural con Brasil se ajustará al nuevo contexto energético de Brasil, de hecho en los últimos meses la demanda de gas boliviano por parte de este país ha sido muy baja. Cuando Álvaro Ríos habla de una probable ventaja lo hace pensando de que el 2019 no solo se va negociar un nuevo contrato con Petrobras, sino que también van a entrar en la puja distribuidoras de gas, termoeléctricas y grandes industrias. Agregó que se tiene que ver cuál va ser la fórmula de precios en función a la que se va a negociar el nuevo contrato.
Lo otro que Bolivia debe hacer es identificar a los compradores, ver cuáles son los volúmenes mínimos y máximos que pueden requerir. También se debe ver cómo Bolivia va a respaldar esos contratos de compra-venta que pretende hacer y ahí juega un papel muy importante la cantidad de reservas de gas certificadas que tenga Bolivia el 2019. “10 TCF no es suficiente para negociar por ejemplo un contrato de 20 años, teniendo en cuenta que todavía tenemos que mandar gas a la Argentina, donde tenemos un contrato a 10 años, esos 10 TCF están comprometidos en algo con la Argentina”, aseveró Álvaro Ríos.
Según el exministro, Brasil ha sido el mejor cliente para el gas boliviano en la Era republicana. De acuerdo a datos del IBCE, en el año 2016, de excluirse las ventas de gas natural, la balanza comercial con Brasil sería deficitaria en $us 1.417 millones de dólares, entonces la exportaciones serían solo $us 65 millones.