Fuente: Gato Encerrado
De acuerdo a fuentes del Ministerio de Energía y Minas (MEM), si prosperan los diversos proyectos del Congreso para eliminar los cargos de afianzamiento a la seguridad energética (la mitad de los cuales provienen de un recargo en los recibos de luz) sería inviable económicamente un nuevo Gasoducto Sur Peruano tal como es ahora, de Cusco a Ilo, porque cualquier operador exigiría un ingreso garantizado. En cambio, hoy las reservas existentes de gas son más que suficientes para suministrar de gas natural a otro ducto.
EL PLAN B
El nuevo plan que se barajaría en el Ejecutivo es un nuevo gasoducto al sur que recorra la costa de Pisco hasta Ilo, con un City Gate en Matarani. Este gasoducto sería de 700 kilómetros y suministraría de gas natural a las centrales de generación eléctrica de las empresas Samay I (Matarani) y Engie (Ilo).
Este proyecto no es nada nuevo. Uno similar presentó la empresa francesa Suez (hoy Engie) hace una década, desechado el 2008 para dar prioridad a un gasoducto que vaya desde Cusco hasta Ilo. El proyecto de Suez incluía plantas petroquímicas a través de un convenio entre Petroperú y Petrobras.
Mientras tanto, el gas llegaría a Cusco, Juliaca, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna mediante camiones que transportan gas licuefactado.