El presidente de la Unvenu, Daniel Añón, confirmó que se trata de las sanciones anunciadas.
Fuente: El País
  
La presidenta de Ancap, Marta Jara, ya lo había adelantado horas después del paro que realizaron los estacioneros el 21 y 22 de noviembre: las estaciones de servicio que integran la red de Ancap, que tienen un convenio con Ducsa, podían recibir multas equivalentes al 1% de la bonificación diaria por la paralización, mientras que para el resto existen contratos con las distribuidoras.
 
En las últimas horas, según informó a Telenoche el secretario general de la Asociación de Vendedores de Nafta (Unvenu), Jorge Bonino, algunos propietarios de estaciones de servicio comenzaron a recibir notificaciones para presentarse en las oficinas de Ancap.
El presidente de la Unvenu, Daniel Añón, confirmó que se trata de las sanciones anunciadas.
 
La gremial tiene planeado mantener una reunión con las autoridades de Ancap en los próximos días y buscarán la manera de revertir la situación. Según informaron a Telenoche, no descartan llevar el tema a la Justicia.
 
Para la Unvenu, la adhesión que hubo al paro muestra un enojo generalizado a la reforma que impulsa el gobierno.
 
Las empresas de distribución son tres: Petrobras, Ducsa (propiedad de Ancap) y Axion (que es de la ex Esso). Lo que ganan es el denominado "margen de comercialización", en tanto que lo que perciben las estaciones de servicio es lo que se llama "bonificación".
 
La reforma planteada (no ha sido formalmente aprobada aún por el directorio de Ancap) tiene tres grandes elementos. Por un lado, baja 38% lo que percibirán las estaciones consideradas grandes que comercializan más de 150.000 litros mensuales de combustibles (un tercio del total). Por otro lado, permite a las distribuidoras administrar directamente hasta el 10% de las estaciones de servicio de su sello.
 
También libera el precio al que los sellos le venderían a las estaciones de servicio que, por su lado, no tendrían libertad para fijar el precio al que venden al público.
 
El gobierno entiende que las estaciones afectadas son una minoría. Sin embargo, para los estacioneros, el anuncio de Ancap cayó en un terreno que ya estaba inflamable porque las divergencias de las empresas con Ancap por este tema son de larga data.