De acuerdo con datos actualizados del Ministerio de Hacienda, Argentina estuvo pagando últimamente por la cesión de energía de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), correspondiente al ejercicio 2015, y ya solo adeuda USD 12 millones por ese concepto. En julio pasado debía USD 70 millones, pero en los últimos tres meses el Tesoro argentino abonó más de USD 58 millones, quedando un saldo de USD 12 millones.
Fuente: Última Hora
   
Es importante mencionar que, recién en mayo de este año, los rioplatenses habían cancelado su compromiso por la cesión del período 2014 y un pequeño saldo fue utilizado para el pasivo de 2015. Solo en el presente mes de noviembre, las autoridades del país vecino remesaron USD 28.600.000.
 
En lo que se refiere al compromiso del 2016, de enero a octubre, la hidroeléctrica produjo 18.000.985 megavatios hora (MWh) y 15.904.861 MWh (88%) fueron suministrados al país vecino, mientras que solo 2.096.124 MWh (12%) fueron retirados por la ANDE. Como la mitad de la producción es 9.000.493 MWh, significa que Paraguay cedió 6.904.369 MWh.
 
Considerando que el Tesoro argentino paga USD 9,89 por cada MWh que nuestro país le cede, se establece que la deuda por cesión de energía alcanza USD 68.284.204 este año. Por consiguiente, el compromiso total del país vecino asciende USD 80 millones, a la fecha.
 
Técnicos y políticos cuestionan que el Gobierno paraguayo es muy permisivo con Argentina, puesto que le deja abonar por la cesión como desee, sin ponerle exigencias.
 
Es importante remarcar que Brasil, que abona por la cesión de Itaipú, cumple con sus compromisos en el ejercicio corriente.
 
Es decir, los brasileños están pagando por la cesión de 2016. Sin embargo, Argentina suele pagar su cuenta recién al año siguiente, porque es ese el acuerdo al que se llegó con los gobernantes porteños.
 
Otro punto que es objetado es que los recursos que ingresan por cesión de Yacyretá no tienen un destino fijo y van a formar parte del presupuesto. En contrapartida, todo el dinero ingresante por la cesión de Itaipú va destinado al Fonacide, que tiene objetivos claros, como la mejora en infraestructura educativa.