Fuente: El Nacional
La misma imagen se repite en varias ciudades del país: largas colas de vehículos en las estaciones de servicio. Los conductores se quejan porque pueden tardar entre una y cuatro horas y media para poder llenar los tanques. Otros recorren varias gasolineras, muchas veces sin éxito.
Juan Colmenares, taxista de una de las líneas de San Cristóbal, relató que recorrió 13 cuadras para poder poner gasolina. Y es que han transcurrido cuatro semanas desde que Nelliver Lugo, diputada del PSUV al Consejo Legislativo el Táchira y portavoz de la Mesa Técnica de Combustible, anunció que se normalizaría el suministro y, sin embargo, las colas de varios kilómetros continúan.
Ante las fallas de despacho, los conductores en Táchira acuden a las estaciones de servicio especiales en las que el litro de gasolina de 95 octanos aumentó, por orden de Pdvsa, de 255 a 668 bolívares si se paga en efectivo y de 204 a 501 bolívares si es con tarjeta de débito. La de 91 octanos subió de 232 a 594 y de 186 a 445 bolívares con el pago en efectivo y débito, respectivamente.
La razón de la falla en el suministro, no solo en Táchira sino en otras ciudades, es que Petróleos de Venezuela enfrenta problemas para abastecer de gasolina y diesel al mercado interno. “La empresa está rotando selectivamente el suministro de combustible”, aseguró Iván Freites, directivo del Sindicato de Falcón.
Explicó que las restricciones en el mercado interno se deben a la caída de la actividad en las refinerías del país y a las dificultades financieras de Pdvsa que le limitan la posibilidad de importar combustibles. “Hace 3 o 4 meses Pdvsa podía traer la gasolina y el diesel para cubrir la demanda nacional. Ahora los proveedores internacionales le exigen pagar de contado y la empresa no tiene dinero”.
La directriz de Pdvsa, señaló Freites, es garantizar el abastecimiento a la región capital por lo que la gasolina terminada importada que se descarga en los muelles de Amuay-Cardón es transferida de inmediato al terminal de Carenero (Miranda).
Dueños de estaciones de servicio en Caracas, que pidieron no mencionar sus nombres, afirmaron que el suministro era normal y que Pdvsa les notificó que pronto habrá un aumento del precio del combustible. En las bombas de San Bernardino y El Cafetal, dijeron que desde el viernes no les llega gasolina de 95 octanos.
En las refinerías. Iván Freites precisó que en lugar de productoras, las refinerías de Amuay y Cardón se han convertido en mezcladoras de gasolina y diesel de los componentes y combustibles más livianos importados con lo poco que producen internamente: 90.000 y 130.000 de 300.000 y 400.000 barriles diarios de gasolina y gasoil, respectivamente.
La refinería de Puerto La Cruz procesa 80.000 barriles diarios del carburante en lugar de 187.000. El consumo del mercado interno es de 260.000 y 210.000 barriles diarios de diesel y gasolina, del cual solo 30% es cubierto con las refinerías del país y Pdvsa debe importar el resto.
La Refinería El Palito, Carabobo, sigue sin aportar 140.000 barriles diarios de gasolina porque está paralizada desde hace 8 meses, según Pdvsa, por mantenimiento y, de acuerdo con los sindicatos, por falta de repuestos.
Thomas Dangel, concejal del municipio Naguanagua (Primero Justicia), dijo que la no operatividad de la instalación contribuye a aumentar la crisis de combustible en Carabobo, Aragua, Cojedes y Portuguesa. Desde hace una semana los carabobeños dedican hasta una hora en colas kilométricas para abastecer los automóviles de gasolina, debido a las fallas de suministro.
Carlos Pérez Briceño, presidente de la Asociación de Gasolineros de Aragua, informó que 27 de 108 bombas que operan en la entidad estaban cerradas por carencia de combustible. En las que sí había, las colas sobrepasaban los dos kilómetros de carros y los conductores solo podían cargar los tanques con gasolina de 91 octanos. Indicó que Pdvsa les informó el domingo que comenzaría la distribución de combustible mediante un plan de contingencia que activarían, pero no le dieron las razones del retraso en el despacho.
El gobernador de Aragua, Tareck el Aissami, señaló la semana pasada que la situación surgió “porque hubo un retardo en el derivado necesario para el procesamiento del combustible” y que solo 40% de las estaciones tenía problemas con la distribución.
Colas kilométricas de más de 100 vehículos se ven también en la mayoría de las gasolineras de las ciudades de Portuguesa, como Guanare y Acarigua-Araure, pues los últimos 20 días funcionan de forma intermitente la mitad de las estaciones de servicio.
Reinaldo Castañeda, gobernador del estado, indicó el fin de semana que en 48 horas se solventaría la situación porque comenzó a llegar vía tubería la gasolina de 91 y 95 octanos a la Planta de Maporal, Lara, pero no ha ocurrido. Afirmó que conversó con Eulogio Del Pino, presidente de Pdvsa, y que este le explicó que el origen del problema es la falta de inventario de combustible en algunas plantas, lo cual se estaba subsanando.
Hace dos semanas hubo largas colas en las bombas de Maturín, en el estado Monagas, por el cierre de aproximadamente 22 estaciones de servicio. Daniel González, presidente de la Asociación de Gasolineros, informó que desde la segunda semana de octubre recibían el combustible de forma intermitente en las 44 gasolineras que operan en la entidad, lo que obligó al cierre de la mitad. Sin embargo, el suministro se normalizó a partir del 1º de noviembre.