Fuente: El Nacional
Fuentes diplomáticas que participaron en el encuentro explicaron a Efe que el objetivo del pacto es reducir en cerca de un millón de barriles de crudo la producción actual del cartel hasta dejarla en 32,5 millones de unidades diarias.
En declaraciones a los periodistas a la salida del encuentro, que se prolongó por espacio de cuatro horas, el ministro de Energía Eulogio del Pino reveló que las condiciones y el periodo de duración se discutirán en la cita que se celebrará en Viena.
El ministro calificó de excelente el acuerdo, subrayó que se ajusta a los parámetros que propuso Venezuela en el verano y desveló que la OPEP contactará ahora a los principales exportadores externos para que se sumen al pacto.
"Creo que es una solución excelente y vamos a contactar a los países no OPEP para ver como ellos se van a incorporar y cuanta producción van también ellos a incorporar en esta fijación de la producción con la que esperamos estabilizar el mercado definitivamente", argumentó.
"Van a ser discusiones técnicas a muy alto nivel para hallar la cuota de producción. Lo de decidiremos en noviembre, en noviembre se decidirá por cuanto tiempo y que países no OPEP se van a incorporar al acuerdo", recalcó.
El preacuerdo, que el martes durante la inauguración del XXV Foro Internacional de la Energía, parecía una quimera, es una pequeña victoria de la diplomacia argelina, que ha empujado con toda su artillería para que la reunión informal de Argel concluyera en éxito.
Según los medios locales, anoche, después de que el ministro saudí de Energía, Jaled al Saleh, y su colega iraní, Bijan Zanganeh, enfriarán las opciones de acuerdo, decidió mediar en el conflicto el jefe del gobierno argelino, Abdelmalek Selal.
Precisamente, el responsable iraní fue quien quiso rebajar hoy la euforia y dejar claro que se trata únicamente de un acuerdo preliminar sobre cómo gestionar del mercado, sin entrar a valorar medidas o cuotas.
En declaraciones al enviado especial de la agencia de noticias persa Shana, Zanganeh, recalcó que Irán se ha sacrificado y "tomado una decisión histórica para la gestión de mercado" internacional de crudo.
Arabia Saudí, principal exportador de la OPEP, con 4,6 millones de barriles diarios, había dejado entrever que estaría dispuesta a regresar a las cifras de principios de año, 4,2 millones de barriles día- siempre y cuando su rival persa adoptara una medida similar y congelara su producción. Irán, por su parte, insistía en seguir elevando la producción hasta alcanzar las cifras previas a las sanciones internacionales impuestas en 1979 y no estaba dispuesto a hablar de congelación hasta lograr esos 4 millones de barriles diarios.