FUENTE: LOS TIEMPOS
El Gobierno de Brasil prevé relegar la participación de Petrobras en su país, por lo que perfila un nuevo contrato con Bolivia por la mitad del volumen que hoy importa y que fenece en 2019. Bolivia tendrá que negociar con empresas privadas y en base a las leyes del mercado.
“Lo que ha dicho el presidente Temer es que la empresa Petrobras ya no va a comprar tanto gas a Bolivia, ojo como empresa Petrobras, porque va a liberar a las empresas privadas que comercializan el gas, a que ellos puedan comprar, hay una especie de privatización de la compra del gas. No es que no necesitan el gas, Brasil necesita gas, va a seguir necesitando mucho más gas, su crecimiento económico, a pesar de que es más lento, genera una dinámica económica de mucho consumo.
Lo que va a suceder ahora es que Brasil va a seguir comprando gas, pero una parte lo hará Petrobras y otra parte lo harán empresas privadas”, señaló García. Hace poco más de una semana, reportes de prensa de Brasil daban cuenta de que en medio de las negociaciones sobre la renovación del contrato de importación de gas con Bolivia, “la estatal brasileña ha señalado que no va a tomar más la delantera en la mesa de negociación y será, del Gobierno y los actores de la industria, la tarea de negociar, directamente, con los bolivianos, la extensión de los contratos”. La idea de Petrobras es no asumir más los riesgos de importación de Bolivia, pues en la actualidad es quien compra y entrega gas a los distribuidores brasileños, asumiendo no sólo la tarea de asegurar el abastecimiento del mercado interno, sino también los riesgos asociados con la cláusula “take or pay” del contrato que establece volúmenes mínimos de compra de gas de 24 millones de metros cúbicos por día, según una publicación del diario Folha de Sao Paulo. “Estamos negociando desde hace más de ocho meses la venta de gas a Cuiabá ya no es Petrobras es una empresa privada, ellos quieren comprar gas incluso por encima del precio que ahorita nos paga Brasil Petrobras, por encima del precio que nos paga Argentina.
Nos quiere comprar una empresa privada brasilera y como esas empresas privadas brasileras, como la de Cuiabá, (habrán otras) que van a querer el gas para revenderlo en su país”, dijo el Vicepresidente. Optimismo por tren bioceánico Por otra parte, García Linera mostró su optimismo porque el tren bioceánico pase por Bolivia debido a que es el proyecto más viable, barato, rápido y que no genera problemas ambientales, además que entre el 80 y 85 por ciento de la línea férrea ya existe. Bajo esta perspectiva, dijo que el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, estaría repensando el trazo que había estimado excluir a Bolivia. “El ferrocarril que antes iba ir de Brasil–Perú directamente por el norte de Bolivia, por encima de Bolivia, dijo, es un ferrocarril con elevados costos y que tiene problemas medioambientales”, lo dijo el presidente Kuczynski después de su viaje a China, señaló el Vicepresidente; sin embargo, dijo que el mandatario peruano fue muy cauto, “pero a buen entendedor pocas palabras”.
Considera que es cuestión “de meses” que se concrete el proyecto con Bolivia por ser el más barato, más rápido y más práctico.
DESCALIFICA PLAN DE SAMUEL
El vicepresidente Álvaro García Linera restó valor al documento económico que presentó el opositor Samuel Doria Medina, denominado “Crisis del Neocapitalismo de Estado”, y lo tildó de ser un plan antipopular, antieconómico y antisocial. El texto que entregó el líder de Unidad Nacional (UN) hace un planteamiento económico después de un análisis de la situación económica actual. “(…) Habla que el modelo sería neocapitalismo de Estado o Estado empresario, (…) en las más de 100 páginas no hay un concepto de qué es neocapitalismo de Estado. Ese es un error de principiante, de estudiante”, señaló García. Defendió la política económica del Gobierno y las cifras oficiales, señalando que los actuales resultados desvirtúan el estudio presentado.
“Que el salario debe ir con nivelación, que no debe haber segundo aguinaldo. Dice que no hay que industrializar el gas. Lo que está proponiendo es un antiplan económico, que no produzcamos, que no industrialicemos, antisocial, anti industrializador. Es la confesión de un fracasado en gestión pública. Son tres cosas que no le vamos a hacer caso”, manifestó, luego de casi una hora de críticas al texto.
El Gobierno de Brasil prevé relegar la participación de Petrobras en su país, por lo que perfila un nuevo contrato con Bolivia por la mitad del volumen que hoy importa y que fenece en 2019. Bolivia tendrá que negociar con empresas privadas y en base a las leyes del mercado.
“Lo que ha dicho el presidente Temer es que la empresa Petrobras ya no va a comprar tanto gas a Bolivia, ojo como empresa Petrobras, porque va a liberar a las empresas privadas que comercializan el gas, a que ellos puedan comprar, hay una especie de privatización de la compra del gas. No es que no necesitan el gas, Brasil necesita gas, va a seguir necesitando mucho más gas, su crecimiento económico, a pesar de que es más lento, genera una dinámica económica de mucho consumo.
Lo que va a suceder ahora es que Brasil va a seguir comprando gas, pero una parte lo hará Petrobras y otra parte lo harán empresas privadas”, señaló García. Hace poco más de una semana, reportes de prensa de Brasil daban cuenta de que en medio de las negociaciones sobre la renovación del contrato de importación de gas con Bolivia, “la estatal brasileña ha señalado que no va a tomar más la delantera en la mesa de negociación y será, del Gobierno y los actores de la industria, la tarea de negociar, directamente, con los bolivianos, la extensión de los contratos”. La idea de Petrobras es no asumir más los riesgos de importación de Bolivia, pues en la actualidad es quien compra y entrega gas a los distribuidores brasileños, asumiendo no sólo la tarea de asegurar el abastecimiento del mercado interno, sino también los riesgos asociados con la cláusula “take or pay” del contrato que establece volúmenes mínimos de compra de gas de 24 millones de metros cúbicos por día, según una publicación del diario Folha de Sao Paulo. “Estamos negociando desde hace más de ocho meses la venta de gas a Cuiabá ya no es Petrobras es una empresa privada, ellos quieren comprar gas incluso por encima del precio que ahorita nos paga Brasil Petrobras, por encima del precio que nos paga Argentina.
Nos quiere comprar una empresa privada brasilera y como esas empresas privadas brasileras, como la de Cuiabá, (habrán otras) que van a querer el gas para revenderlo en su país”, dijo el Vicepresidente. Optimismo por tren bioceánico Por otra parte, García Linera mostró su optimismo porque el tren bioceánico pase por Bolivia debido a que es el proyecto más viable, barato, rápido y que no genera problemas ambientales, además que entre el 80 y 85 por ciento de la línea férrea ya existe. Bajo esta perspectiva, dijo que el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, estaría repensando el trazo que había estimado excluir a Bolivia. “El ferrocarril que antes iba ir de Brasil–Perú directamente por el norte de Bolivia, por encima de Bolivia, dijo, es un ferrocarril con elevados costos y que tiene problemas medioambientales”, lo dijo el presidente Kuczynski después de su viaje a China, señaló el Vicepresidente; sin embargo, dijo que el mandatario peruano fue muy cauto, “pero a buen entendedor pocas palabras”.
Considera que es cuestión “de meses” que se concrete el proyecto con Bolivia por ser el más barato, más rápido y más práctico.
DESCALIFICA PLAN DE SAMUEL
El vicepresidente Álvaro García Linera restó valor al documento económico que presentó el opositor Samuel Doria Medina, denominado “Crisis del Neocapitalismo de Estado”, y lo tildó de ser un plan antipopular, antieconómico y antisocial. El texto que entregó el líder de Unidad Nacional (UN) hace un planteamiento económico después de un análisis de la situación económica actual. “(…) Habla que el modelo sería neocapitalismo de Estado o Estado empresario, (…) en las más de 100 páginas no hay un concepto de qué es neocapitalismo de Estado. Ese es un error de principiante, de estudiante”, señaló García. Defendió la política económica del Gobierno y las cifras oficiales, señalando que los actuales resultados desvirtúan el estudio presentado.
“Que el salario debe ir con nivelación, que no debe haber segundo aguinaldo. Dice que no hay que industrializar el gas. Lo que está proponiendo es un antiplan económico, que no produzcamos, que no industrialicemos, antisocial, anti industrializador. Es la confesión de un fracasado en gestión pública. Son tres cosas que no le vamos a hacer caso”, manifestó, luego de casi una hora de críticas al texto.