FUENTE: EL DIARIO
“Las alarmas han estado sonando por la explosión de los niveles de deuda corporativa en las economías emergentes, que supera a día de hoy los 25 billones de dólares. No se pueden descartar espirales deflacionarias dañinas”, señala la ONU en su informe ‘Trade and Development Report 2016: Structural Transformation for Inclusive and Sustained Growth’.
Los efectos secundarios de las políticas de tipos cero y de los programas de expansión cuantitativa puestos en marcha primero por la Reserva Federal y luego por Banco de Japón y por BCE han inundado a las naciones emergentes de un crédito barato que ha acabado convirtiéndose en una trampa, después de que gran parte del dinero se haya desperdiciado, dirigido a “sectores procíclicos” y de “importancia estratégica limitada”.
“Las alarmas han estado sonando por la explosión de los niveles de deuda corporativa en las economías emergentes, que supera a día de hoy los 25 billones de dólares. No se pueden descartar espirales deflacionarias dañinas”, señala la ONU en su informe ‘Trade and Development Report 2016: Structural Transformation for Inclusive and Sustained Growth’.
Los efectos secundarios de las políticas de tipos cero y de los programas de expansión cuantitativa puestos en marcha primero por la Reserva Federal y luego por Banco de Japón y por BCE han inundado a las naciones emergentes de un crédito barato que ha acabado convirtiéndose en una trampa, después de que gran parte del dinero se haya desperdiciado, dirigido a “sectores procíclicos” y de “importancia estratégica limitada”.