FUENTE: LOS TIEMPOS
Los datos de la publicación, según se señala en la separada, se elaboró en base al informe presentado por el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, el 15 de septiembre pasado. El documento empieza argumentando por qué la economía boliviana no está en crisis: por el crecimiento sostenido, la inflación controlada y las tasas bajas de desempleo. Asegura que no hay crisis, sino “tan sólo se viene registrando un periodo de disminución de precios internacionales de los minerales desde 2011 y del petróleo desde 2014, que no tiene efecto en el crecimiento boliviano”.
“Al primer trimestre de 2016, el crecimiento económico alcanzó una cifra de 4,9 por ciento en línea con las proyecciones realizadas por el Gobierno, siendo esta tasa la más alta de la región”, señala la separata. Agrega que a pesar del entorno económico externo adverso, en los últimos años, la economía boliviana en ningún momento registró tasas de crecimiento negativas, por lo que no se enfrentó recesión alguna.
Por otra parte, señala que la inflación acumulada al mes de agosto de 2016 alcanza a tan sólo 2,4 por ciento, más baja que la de otros países como Brasil, Colombia, Uruguay y Argentina. Anota que luego de varios años de crecimiento económico sostenido, con la proyección del Gobierno nacional y los organismos internacionales “se ratifica que Bolivia registrará en 2016, el mayor crecimiento económico de Sudamérica, por tercer año consecutivo y cuarto año bajo la presidencia de Evo Morales”. Destaca que la crisis económica internacional no se ha sentido en los bolsillos de los bolivianos debido a que la demanda interna es la que sostiene el crecimiento económico del país y gracias a las medidas preventivas que ha tomado el Gobierno, “el país se ha preparado para afrontar la crisis internacional, de manera que no afecte la economía nacional”.
Los datos de la publicación, según se señala en la separada, se elaboró en base al informe presentado por el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, el 15 de septiembre pasado. El documento empieza argumentando por qué la economía boliviana no está en crisis: por el crecimiento sostenido, la inflación controlada y las tasas bajas de desempleo. Asegura que no hay crisis, sino “tan sólo se viene registrando un periodo de disminución de precios internacionales de los minerales desde 2011 y del petróleo desde 2014, que no tiene efecto en el crecimiento boliviano”.
“Al primer trimestre de 2016, el crecimiento económico alcanzó una cifra de 4,9 por ciento en línea con las proyecciones realizadas por el Gobierno, siendo esta tasa la más alta de la región”, señala la separata. Agrega que a pesar del entorno económico externo adverso, en los últimos años, la economía boliviana en ningún momento registró tasas de crecimiento negativas, por lo que no se enfrentó recesión alguna.
Por otra parte, señala que la inflación acumulada al mes de agosto de 2016 alcanza a tan sólo 2,4 por ciento, más baja que la de otros países como Brasil, Colombia, Uruguay y Argentina. Anota que luego de varios años de crecimiento económico sostenido, con la proyección del Gobierno nacional y los organismos internacionales “se ratifica que Bolivia registrará en 2016, el mayor crecimiento económico de Sudamérica, por tercer año consecutivo y cuarto año bajo la presidencia de Evo Morales”. Destaca que la crisis económica internacional no se ha sentido en los bolsillos de los bolivianos debido a que la demanda interna es la que sostiene el crecimiento económico del país y gracias a las medidas preventivas que ha tomado el Gobierno, “el país se ha preparado para afrontar la crisis internacional, de manera que no afecte la economía nacional”.