"Lo primero que te preguntan es si tienes un AK-47 y si puedes nadar", advierte Ahmed Abdirizak.

Guardacosta en litoral africano, 2011.
BBC Mundo

Eso, dice, es lo que quieren las redes piratas de sus nuevos reclutas. Ahmed está a la cabeza de la lucha contra la piratería en el norteño estado semiautónomo de Puntland, que cubre 1.400 kilometros de la costa de Somalia y es el hogar de la mayoría de sus piratas. La piratería marítima le costó a la economía mundial más de US$700 millones el año pasado, de acuerdo con Oceans Beyond Piracy, una organización sin ánimo de lucro que trata de desarrollar una respuesta global coordinada al problema. 

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