LA NACIÓN
SHANGAI.- Lo primero que llama la atención cuando se visita un shopping center de alto poder adquisitivo en China es que a diferencia de lo que ocurría hasta hace muy poco tiempo, las marcas locales ya ocupan un lugar tan relevante como las casas internacionales más consagradas en el mundo del lujo. Nombres prácticamente desconocidos para el consumidor occidental, como Stella Luna o Mary Ching, le pelean de igual a igual a marcas como Prada, Versace o Louis Vuitton a la hora de conquistar a los millonarios chinos que se convirtieron en el último tiempo en la tabla de salvación para las grandes corporaciones de lujo.
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SHANGAI.- Lo primero que llama la atención cuando se visita un shopping center de alto poder adquisitivo en China es que a diferencia de lo que ocurría hasta hace muy poco tiempo, las marcas locales ya ocupan un lugar tan relevante como las casas internacionales más consagradas en el mundo del lujo. Nombres prácticamente desconocidos para el consumidor occidental, como Stella Luna o Mary Ching, le pelean de igual a igual a marcas como Prada, Versace o Louis Vuitton a la hora de conquistar a los millonarios chinos que se convirtieron en el último tiempo en la tabla de salvación para las grandes corporaciones de lujo.
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