La falta de licencia para ser operador impide de momento a Bolivia avanzar en sus planes ambiciosos de exportar electricidad a mercados como Argentina y Brasil. Dentro de los objetivos de Bolivia está el de exportar 8.500 megavatios (MW) el año 2025.

El ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, anunció ayer la conclusión de un estudio de interconexión con Argentina y Brasil, financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Según Mauricio Garrón, el estudio costó $us 600.000 y la principal recomendación es que Bolivia avance con interconexiones grandes de 500 kilovoltios, eso debido a que el transporte de energía será de gran envergadura.

Una segunda parte del estudio incluye a Paraguay y Perú, países que en el futuro también podrían importar electricidad boliviana. Además, se necesita otro estudio para saber con precisión el potencial hidroeléctrico que tiene Bolivia, en una coyuntura donde hay una amplia cartera de proyectos. El ministro Luis Sánchez indicó que entre todos los proyectos hidroeléctricos, donde figuran el de Rosita, Misicuni y Miguillas, esperan obtener entre 6.500 y 7.000 megavatios de electricidad. “Tenemos que construir las líneas de interconexión a los diferentes países, esperemos que a partir de 2019 podamos exportar los primeros volúmenes de energía”, aseveró Sánchez.

En el caso de Argentina, se pretende licitar inicialmente una línea de 350 kilómetros. “Esperemos que podamos tener acuerdos hasta finales de año para tener una vez los contratos e iniciar la construcción de la línea”, afirmó el ministro. El presidente de la Empresa Nacional de Electricidad, Eduardo Paz, dijo que Argentina tiene un crecimiento anual de 1.000 MW. La oferta inicial para este país será de 1.100 MW.