La compañía negocia con el Departamento de Justicia de Estados Unidos una multa para evitar llegar a juicio.
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El escándalo de las emisiones de Volkswagen en EE UU (el llamado DieselGate) entra en una nueva fase. El Departamento de Justifica de EE UU asegura que tiene ya las pruebas que necesita para poder presentar cargos por la vía penal contra el fabricante por el fraude de las emisiones. Pero antes de formalizar su acción, está negociando con la dirección del fabricante de coches alemán los términos de la reprimenda, para así evitar que el caso llegue a los tribunales. La compañía ya llegó a un acuerdo para compensar a los conductores afectados por el trucaje de los motores en Estados Unidos.

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