La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) informó a los transportistas que el precio por reposición de la etiqueta B-Sisa subió de 16 a 60 bolivianos para la autosostenibilidad económica de la entidad reguladora, informó el secretario de Conflictos del Transporte Federado, Ramiro Astulla, quien añadió que rechazan el alza.
FUENTE: LOS TIEMPOS

El exministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinacelli, explicó que el pago de tasas al regulador es usual, pues, para mantener su imparcialidad, no debe depender de recursos públicos. Astulla dijo que se rechazó el incremento porque no están en condiciones de financiar a la ANH “a costa del bolsillo de los transportistas”. “El sector del transporte, en especial los que van al valle alto, están constantemente cambiando sus B-Sisa porque basta que salpique una piedra al parabrisas y necesariamente se tiene que cambiar todo el parabrisas y con el parabrisas se va todo el B-Sisa”, explicó Astulla. El etiquetado del B-Sisa cuesta 60 bolivianos tanto para vehículos particulares como públicos. La etiqueta es requisito para abastecerse de combustible, ya que es una herramienta para controlar la comercialización.

El etiquetado fue gratuito, posteriormente se fijó un precio de 17 bolivianos para la reposición y ahora subió a 60 bolivianos. En 2009, con la nueva Constitución Política del Estado (CPE) nació la ANH en reemplazo de la Superintendencia de Hidrocarburos. Información institucional señala que nace con un enfoque orientado a generar recursos económicos en función al interés público, al tratarse de una entidad de administración, fiscalización, regulación, supervisión y control de todas las actividades de la cadena hidrocarburífera. Aunque se señala que debe ser autosostenible, el informe económico 2015 de la ANH señala que la composición del presupuesto era de un 49,1 por ciento del Tesoro General del Estado (TGN) y de 50,8 por ciento de “transferencia de recursos específicos”. Astulla indicó que existe la posibilidad de sostener una nueva reunión con la ANH, en el transcurso de la semana para discutir el tema y que su gremio rechaza totalmente el incremento porque no está acorde a la realidad económica del sector.

Al respecto, Medinaceli explicó que todos los regulados deben aportar, “en teoría”, también YPFB, los distribuidores de GLP y otros. Explicó que por ley, lo que fue la Superintendencia de Hidrocarburos debía recibir una tasa de hasta el 1 por ciento de los ingresos brutos de los regulados.

CALIDAD DEL B-SISA

En un sondeo realizado por este medio, en octubre pasado, en un punto de registro B-Sisa de esta ciudad, la mayoría de los transportistas consultados coincidieron en que la calidad de las etiquetas no es buena. Señalaron que se decolora o se despega al cabo de algunos meses, haciendo ilegibles los datos, lo que les obliga a reponerla periódicamente.