Las menores restricciones para que los estadounidenses viajen a la isla dio lugar a un auge de restaurantes, hoteles y casas de familia que alquilan habitaciones.
LA NACIÓN

HABANA-Aunque el embargo de Estados Unidos todavía les impide oficialmente visitar las playas de Cuba como turistas, los estadounidenses ya están transformando la industria turística y la economía comunista de la isla. Durante décadas, el sector turístico cubano estuvo orientado a canadienses y europeos, que compraban paquetes de bajo costo en Varadero y otras playas. En general, ese tipo de turismo mantenía a los extranjeros aislados de los cubanos comunes y corrientes, en línea con las preferencias del gobierno.

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