En los últimos dos meses, el precio de la harina importada subió hasta en 64 por ciento en los mercados locales, informó el presidente de la Federación de Panificadores de Cochabamba, Fenet Olivera. Además, hace un mes que Emapa redujo a la mitad la provisión de harina al sector, que hoy se reúne de emergencia.
LOS TIEMPOS

Enid Lopez Camacho
 
Según el Presidente de la Federación de Panificadores de Cochabamba, el precio del quintal de harina importada cuesta 230 bolivianos, cuando hace dos meses estaba en 140 bolivianos.  
 
Al problema del incremento de la harina, uno de los insumos principales para la elaboración del pan, Olivera sumó el hecho de que desde hace un mes la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) provee al sector sólo 7 mil quintales mensuales de los 15 mil que habitualmente entregaba. La provisión por parte de Emapa tiene el objetivo de abaratar costos, ya que producir sólo con harina importada no sería rentable.
 
El dirigente afirmó que Emapa buscó “algunas excusas para depurar y entregar menor cantidad de harina”. Añadió que la harina de Emapa también subió de 135 a 150 bolivianos el quintal.
 
Sin embargo, el gerente regional de Emapa, Roberto Ordoñez, explicó que desde 2014 no existen obligaciones contractuales entre la institución que dirige y la Federación de Panificadores de Cochabamba para la entrega de un cupo determinado de harina.
 
“El convenio era hasta diciembre del 2014 y desde ahí se ha quebrantado el convenio, lo cual como dije no hay obligación contractual. Se les está vendiendo más bien, se les está considerando el cupo que ellos suelen recoger normalmente”, afirmó.
 
Ordoñez explicó que la entrega de harina a los panificadores se realiza previa evaluación de aspectos técnicos que se verifican durante una inspección.
 
Desde las 11:00, en el ampliado de emergencia, se analizará la hoja de costos para definir si debe haber incremento al precio del pan.
 
“Si Emapa no nos va a cumplir, no va a quedar otro remedio que subir el precio del pan, esa es la única solución. Nosotros compramos la harina y dependiendo del costo de la harina sacamos nuestra hoja de costos”, indicó Olivera.
 
Por su parte, Ordoñez descartó cualquier posibilidad de retomar contrato con los panificadores.
 
“Ellos han sido los artífices para que pueda eliminarse este convenio, ya que justamente cuando se quitó la subvención; ellos dijeron que no les conviene”, afirmó.
 
Cuando se retiró la subvención a la harina, en mayo de 2015, la ministra de Desarrollo Productivo, Verónica Ramos, se comprometió a controlar los mercados para evitar el incremento del precio del pan de batalla; sin embargo, desde la unidad de Comunicación de esa cartera, informaron ayer que el control es tuición de las intendencias.
 
 
 
SUBE IMPORTACIÓN
 
A primer trimestre de 2016, la importación de harina de trigo se incrementó en 29 por ciento en volumen y en 9 por ciento en valor comparado con el mismo periodo de 2015, según el INE.
 
Argentina provee el 99 por ciento de la harina que importa Bolivia.
 
La subvención del Gobierno a la harina de trigo estuvo vigente entre 2011 y 2015.