Según el Índice Global de Actividad Económica del INE, la economía boliviana creció en 4,9%, manteniendo su liderazgo en crecimiento en la región. Durante el primer trimestre el índice general de commodities retrocedió en 26,5% respecto a 2015.
FUENTE: EL MUNDO

La dramática caída de los precios internacionales de las materias primas iniciada en 2012, y que se mantuvo en los primeros tres meses de este año, no tuvo efectos en el desempeño económico del país. Así, en el primer trimestre de 2016, según el Índice Global de Actividad Económica del INE, la economía boliviana creció en 4,9%, manteniendo su liderazgo en crecimiento económico en la región. Durante el primer trimestre, el índice general de commodities retrocedió en 26,5% respecto a similar período de la gestión anterior.

Los principales descensos fueron verificados en los precios del petróleo WTI (31,7%), la harina de soya (20,9%) y el índice de minerales (20,3%). Sin embargo, Bolivia ha sabido desenmarcar su crecimiento económico del comportamiento de los precios internacionales de materias primas; ahora su dinamismo económico se sustenta en fuerzas internas como el consumo doméstico y la inversión pública. Por su parte, debido a que el crecimiento económico de América Latina y el Caribe (ALyC) evidencia estar supeditado a la tendencia de precios de commodities, diferentes organismos internacionales han previsto para 2016 una contracción para la región.

Según el Fondo Monetario Internacional, ALyC registrará este año un crecimiento negativo de 0,5%, y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) espera un retroceso de 0,6%; por su parte, el Banco Mundial es más pesimista al anunciar un descenso en 1,3%. Estos mismos organismos prevén que el crecimiento de Bolivia será el mejor de la región esta gestión, por tercer año consecutivo. En el primer trimestre, y pese al contexto externo de caída de los precios internacionales de materias primas, Bolivia ya se posiciona como la economía de mayor crecimiento en Sudamérica. DATO El Gobierno apunta a dinamizar la economía con plan que contempla la diversificación de fuentes de ingresos, pasando de exportar no solo hidrocarburos, minerales y soya, sino también más productos con valor agregado. Se apunta a vigorizar a sectores deprimidos.