Brasil anunció que licitará a mediados del 2017 cuatro áreas de su prolífica región subsal, a fin de acelerar el desarrollo de sus reservas de gas y petróleo mar adentro, bloqueadas por políticas nacionalistas, dificultades financieras y la enorme deuda de la compañía estatal Petrobras.
Fuente: Bae
  
Entre las áreas que serán parte de la operación se encuentra el bloque BM-S-8 de la formación de Careará, situado en la cuenca de Santos, dijo Marcio Félix, ministro de Energía. “Sin esta licitación, Careará no podrá ser desarrollado”, dijo un alto ejecutivo de una compañía que gestiona los recursos de la formación. Aunque no existen datos oficiales sobre las reservas explotables de Careará, los socios del grupo, entre ellos Petrobras, la portuguesa Galp Energía SPGS, y las brasileñas Barra Energia y QGEP Participacioes, han dicho que el área rivaliza con los 8. 000 millones de barriles de crudo de la formación Lula. La misma constituye una de las mayores formaciones descubiertas en el mundo en las últimas cuatro décadas y tiene suficiente petróleo equivalente como para abastecer las necesidades del planeta por casi tres meses.

Petrobras cuenta con un 66 por ciento del bloque BM-S-8 donde se descubrió Careará y es el socio principal u “operador” del proyecto. Galp tiene un 14 por ciento y Barra y QGEP participan con un 10% cada uno. Además del BM-S-8, Félix dijo que el Gobierno licitará bloques situados en la formación Tartaruga perteneciente a Petrobras, en el campo de Sapinhoa -controlado por la estatal brasileña y petroleras extranjeras- y en la reserva de Gato do Mato.

En el 2010, el Gobierno de Brasil introdujo cambios a la legislación sobre explotación petrolera para incrementar el control del Estado en las enormes formaciones subsal y canalizar la esperada bonanza por sus recursos al desarrollo , económico y a los sectores de educación y salud del país.