Fuente: ABC
La propuesta de una Política Energética para el Paraguay debería tener como horizonte el 2023 y no más allá, puesto que ese año habrá un cambio de paradigmas con la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, afirmó el Ing. Juan Encina, técnico del sector y docente universitario.
En su opinión, lo “recomendable hubiera sido establecer una política energética hasta el 2023, ya que las condiciones actuales podrían cambiar. Me hubiese interesado que se apunte a pocos ejes y bien concretos, garantizando la calidad del servicio de energía”, explicó Encina.
Agregó que a partir de esa meta, que está incluida en el corto plazo dentro del Plan Energético del gobierno, se deberían definir cuatro ejes: primero, invertir en distribución de energía eléctrica que es donde tenemos el principal problema; segundo, en tener las líneas de 500 kV terminadas, tanto la de Yacyretá como la segunda de Itaipú, para poder acceder a la mitad de la energía en ambas binacionales y después ver cómo utilizarlas o como hacer el sistema más confiable; tercero, aplicar la capacitación en eficiencia energética en escuelas y universidades y, por último, trabajar en la matriz energética, porque esta no cambia de un año al otro.
“Al año importamos en torno a los 2.000 millones de dólares en hidrocarburos y falta definir una línea estratégica para saber cómo bajar esos números”, indicó. Apuntó que el principal desafío del Gobierno está en consolidar una política energética, pues la falta de esta es el origen de todos los problemas.
“Al año importamos en torno a los 2.000 millones de dólares en hidrocarburos y falta definir una línea estratégica para saber cómo bajar esos números”, indicó. Apuntó que el principal desafío del Gobierno está en consolidar una política energética, pues la falta de esta es el origen de todos los problemas.