La causa de esta necesidad acuciante de "sentarse a hablar" -otro sinónimo- son los resultados de unas elecciones repetidas que algunos calificaron de "segunda vuelta", pero que no dieron el desempate anhelado. El Partido Popular (PP), de centroderecha, volvió a ganar las elecciones en España con un 33% de los votos y 137 escaños, 14 más que el 20 de diciembre de 2015.
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