El resultado es un terremoto político, tanto para Reino Unido como para la UE, y puede tener efectos muy profundos para todos los países implicados, que entran en un territorio inexplorado. El anuncio de dimisión del primer ministro británico, David Cameron, que se concretará antes de octubre y la caída abrupta de la libra esterlina a su nivel más bajo desde 1985.
Lea la noticia>
Lea la noticia>