FUENTE: LA PRENSA
Ante ese panorama, la alianza con los privados es una herramienta para mantener el ritmo de inversión, señaló a este medio el vicepresidente corporativo de infraestructura de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Antonio Juan Sosa. Sosa, quien llegó al país para participar del III Foro Nacional de Logística Comercial realizado en esta ciudad la semana pasada, señaló que las APP comenzaron a usarse con fuerza en la región en los últimos cinco a 10 años, sobre todo para la construcción de infraestructura carretera. “Bolivia está queriendo iniciar el camino a las APP, porque la alianza del Gobierno con empresas privadas va a acelerar la construcción de infraestructura, (…) generará empleo y experiencia para las empresas, las recalifica”, afirmó Sosa.
El objetivo de las APP es producir más proyectos de obras públicas, que los diseña el Estado pero los ejecutan los privados. Si bien el riesgo es compartido, la gestión también, dijo Sosa y puso como ejemplo que si se construye una carretera, los privados pueden hacerse cargo del peaje por determinado tiempo y recibir retorno a su parte de la inversión.
“El aporte del sector público se reduce parcialmente porque el sector privado invierte, (...) pero su esfuerzo tiene que significarle rentabilidad”, apuntó. Para la conformación de una APP en Bolivia, Sosa recomendó, inicialmente, realizar un diagnóstico sobre la situación del país y sus necesidades. Ya en la parte formal, recomendó que exista una ley, reglamento o un esquema de trabajo sobre cómo funcionará la APP, fijando derechos y obligaciones para las partes. Hizo notar la importancia de que sea el Estado “el que lleve la batuta” y la iniciativa también tiene que surgir a partir del Estado. Para la construcción de una APP en Bolivia, Sosa afirmó que hay experiencias exitosas en la región que se pueden adaptar.
Citó a México, España, Colombia y Perú como casos exitosos de conformación de APP. El más emblemático es Perú, donde la APP es una herramienta de uso tan habitual que incluso se creó una agencia que maneja estas asociaciones y brinda asesoría a otras empresas. Actualmente, CAF desembolsa alrededor de 300 millones de dólares anuales para impulsar en el país proyectos carreteros, de generación eléctrica, de agua y saneamiento básico, entre otros.
Ante ese panorama, la alianza con los privados es una herramienta para mantener el ritmo de inversión, señaló a este medio el vicepresidente corporativo de infraestructura de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Antonio Juan Sosa. Sosa, quien llegó al país para participar del III Foro Nacional de Logística Comercial realizado en esta ciudad la semana pasada, señaló que las APP comenzaron a usarse con fuerza en la región en los últimos cinco a 10 años, sobre todo para la construcción de infraestructura carretera. “Bolivia está queriendo iniciar el camino a las APP, porque la alianza del Gobierno con empresas privadas va a acelerar la construcción de infraestructura, (…) generará empleo y experiencia para las empresas, las recalifica”, afirmó Sosa.
El objetivo de las APP es producir más proyectos de obras públicas, que los diseña el Estado pero los ejecutan los privados. Si bien el riesgo es compartido, la gestión también, dijo Sosa y puso como ejemplo que si se construye una carretera, los privados pueden hacerse cargo del peaje por determinado tiempo y recibir retorno a su parte de la inversión.
“El aporte del sector público se reduce parcialmente porque el sector privado invierte, (...) pero su esfuerzo tiene que significarle rentabilidad”, apuntó. Para la conformación de una APP en Bolivia, Sosa recomendó, inicialmente, realizar un diagnóstico sobre la situación del país y sus necesidades. Ya en la parte formal, recomendó que exista una ley, reglamento o un esquema de trabajo sobre cómo funcionará la APP, fijando derechos y obligaciones para las partes. Hizo notar la importancia de que sea el Estado “el que lleve la batuta” y la iniciativa también tiene que surgir a partir del Estado. Para la construcción de una APP en Bolivia, Sosa afirmó que hay experiencias exitosas en la región que se pueden adaptar.
Citó a México, España, Colombia y Perú como casos exitosos de conformación de APP. El más emblemático es Perú, donde la APP es una herramienta de uso tan habitual que incluso se creó una agencia que maneja estas asociaciones y brinda asesoría a otras empresas. Actualmente, CAF desembolsa alrededor de 300 millones de dólares anuales para impulsar en el país proyectos carreteros, de generación eléctrica, de agua y saneamiento básico, entre otros.