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En una reunión bipartira (gobierno y trabajadores) llevada a cabo en el Ministerio de Trabajo por el conflicto de los trabajadores de MontevideoGas (Grupo Petrobras), el gobierno se comprometió a planificar una estrategia conjunta para planificar los nichos de mercado que se abrirán con la regasificadora.
La asamblea del sindicato de MontevideoGas decidió “seguir apostando a la concreción de la Regasificadora como única alternativa en el corto y mediano plazo para el desarrollo del sector, esperando que culmine el proceso definido por el gobierno en forma beneficiosa para el país y los trabajadores”.
Sequeira dijo que el gobierno tendrá certezas dentro de cuatro meses. “En un plazo de cuatro meses ellos estarían en condiciones de saber si la planta regasificadora se hace o no. Tienen certezas en un 80 o 90%. Van a paso firme pero aún no tienen. Creen que sí, que se va a hacer pero no pudieron dar la certeza”, afirmó.
Petrobras le debe al Estado cinco millones de dólares por concepto de canon anual que paga y los trabajadores reclaman que se cobre la deuda para reutilizar el dinero como inyección de fondos a la empresa con fines específicos.
El MIEM, a través del asesor de la ministra Carolina Cosse, les comunicó en la instancia bipartita (en la que no estuvo la empresa) que está intentando cobrar la garantía depositada por Petrobras, tal como se estableció en el Pliego de Condiciones y el Contrato de Concesión. El monto sería similar a la deuda.
Sequeira dijo que es probable que la empresa brasileña se vaya.
“¿Qué va a pasar con esta empresa en caso de que Petrobras se vaya? Nosotros trasladamos esa inquietud a la empresa y nunca tuvimos una respuesta ni por sí ni por no. Preguntábamos concretamente si se iban a ir o quedar y nunca tuvimos una respuesta en concreto. Calculamos que están en proceso de irse, debido también a todo el tema político en Brasil que explotó este año pero que viene de tiempo atrás. Ahora están en proceso de retirada de todas partes de América Latina”, afirmó el sindicalista.
El sindicato planteó su preocupación por la mala calidad del servicio y las pocas respuestas de la empresa Petrobras a los planteos. El ministerio dijo que comparte el reclamo y se comprometió a pedir una reunión con la empresa.
Uno de los reclamos de los trabajadores es que la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (Ursea) los autorice transitoriamente para realizar reparaciones o extensiones de cañerías, algo para lo que hoy no están habilitados y que condiciona la continuidad de los usuarios por el costo que facturan los tercerizados.
“Algunos trabajos que en debiéramos hacer los trabajadores de MontevideoGas, una normativa del MIEM, no nos lo permite. Ahí entran a tallar los matriculados, a los que lo les interesa es cobrar el servicio. Por cambiarte un flexible de una cocina, parecido a una colilla de un calefón, nos hemos enterado que te cobran hasta 5.000 pesos y nadie está para que le saquen la plata de esa forma. ¿Qué hace el usuario? Se desconecta del servicio, conecta una garrafa y le sale más barato. Ese servicio no debería cobrarse y lo tendríamos que hacer los trabajadores de MontevideoGas”, sostuvo Sequeira.
El sindicato sostiene que el deterioro del servicio se debe a razones históricas.
El esquema de introducción del gas natural al Uruguay fue diseñado en los años 90 y se concretó al principio del 2000, con Argentina como único proveedor.
“Esto ha llevado a que seamos totalmente dependientes del volumen que nos envían, que está restringido al mínimo, y que el precio que se determine en el vecino país y se ha incrementado desde dos y tres dólares el millón de BTU a 26 y 27 en la actualidad”, dice el sindicato en su propuesta al ministerio.
Además, agrega que el resultado de la gestión privada del servicio público de distribución de gas natural fue negativo.
“Hemos perdido 5.000 usuarios (medidores instalados), pasando de 45.537 medidores en 2005 a 40.296 a marzo de 2016, manteniéndose la tendencia decreciente, ya que en diciembre del año pasado había 40.690. Es decir en tres meses perdimos 394 usuarios”, agregan.
Sequeira dijo que ellos reclaman inversiones para mejorar el servicio desde antes del 2009, pero no se hacen y esto también genera la pérdida de clientes.
“Estamos viendo un problema bastante serio en Pocitos y Punta Carretas. Bajan las presiones por mal diseño de la red cuando se renovó. Desde el año 2009 venimos planteando el famoso caño de acero que daría mejor presión. A la hora que se prenden las calderas, bajan las presiones abruptamente y entonces se corta el servicio”, afirmó Sequeira.