TNS LATAM
Bajo el liderazgo de Arabia Saudita buscan establecer un acuerdo de límite a la producción en la reunión del 2 de junio en Viena, cosa que parece poco probable. El miércoles en la mañana diversas fuentes de la organización abrigaron la esperanza de hacer coincidir los criterios entre el Reino Saudí e Irán.
Una esperanza que se frustró en la tarde del mismo miércoles cuando el ministro de Petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, dijo rotundamente que no apoyará un techo de producción colectivo para la Organización de Países Exportadores de Petróleo y que “le gustaría un debate que se enfocara más en una idea de cuotas individuales para los países”.
El mayor obstáculo para un acuerdo se halla en la rivalidad entre Arabia Saudita e Irán, cuyas diferencias políticas y estratégicas frustraron un acuerdo de congelar la producción en la pasada reunión en Doha, en abril pasado, lo cual generó un ambiente de frustración y desesperanza. Especialmente para países como Nigeria y Venezuela duramente afectados por la caída de los precios.
Una fuente de la OPEP, citada por Reuters, afirmó que “el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico está buscando una acción coordinada durante el encuentro”, Este consejo reúne a Arabia Saudita, Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos.
Irán ha sido el mayor obstáculo para que la OPEP alcance un acuerdo sobre su política de bombeo en el último año. No hay, hasta ahora, argumento que se oponga con fuerza al deseo de Teherán de aumentar su producción a los niveles previos a las sanciones internacionales, que ya fueron removidas, impuestas por su programa nuclear.
Según Mehdi Asalia, representante iraní ante la organización”su país apoya los esfuerzos de la OPEP para lograr la estabilidad en el mercado con precios justos y lógicos, pero no se comprometerá a un congelamiento de la producción”.
A confesión de parte, relevo de pruebas. No cabe esperar mucho de la reunión en Viena.
Los precios se desplomaron a 27 dólares por barril en enero, su nivel más bajo en más de una década, pero desde entonces han rebotado en torno a 50 dólares debido a recortes en la oferta global.
No sería exagerado considerar que el destino de la OPEP se definiría en este cónclave marcado por las diferencias internas que la han vuelto inoperante. Quizá la elección de un nuevo secretario general pudiera atenuar esta situación de debilidad objetiva, pero nadie puede asegurarlo.