FUENTE: PÁGINA SIETE
En 2015, la producción minera se incrementó en 5,13%, gracias al estaño, wólfram y otros metales; sin embargo, la extracción de zinc, oro, plata y plomo, principales minerales de exportación, disminuyó respecto a 2014. "En 2015 comparado a 2014, vemos que los volúmenes de producción de estaño y wólfram aumentaron, pero no ocurre lo mismo con el zinc, oro, plata, antimonio, plomo, cobre y ulexita que presentan cantidades menores a las del pasado año. El oro fue el que más disminuyó por la caída de precios”, explica el Anuario Estadístico 2015 del Ministerio de Minería.
El volumen producido de minerales en 2015 llegó a 829.580 toneladas métricas finas (TMF), un 5,13% más que en 2014, cuando se extrajeron 789.073 TMF (ver gráfica). Los metales que mayor caída registraron son el oro con -48,35% (porcentaje negativo), el cobre con -11,79%, la plata con -2,89% y el zinc con -1,52%. El volumen producido de estaño aumentó en 1,74%.
La menor extracción de zinc, al igual que las de oro y de plata, responde a la caída de las cotizaciones internacionales que hace que las operaciones mineras con baja ley dejen de ser rentables para su explotación, precisa el citado documento. Para el expresidente de la Comibol Héctor Córdova, en el volumen producido se debe considerar la caída de ley de los minerales.
"Por mucho que los operadores hagan esfuerzos por aumentar el volumen de mineral extraído, si las leyes bajan las toneladas finas disminuirán. No debe ser motivo de preocupación la disminución de producción de zinc, plomo y plata porque las variaciones son pequeñas y en algunos casos pueden obedecer a aspectos tan simples como una semana de paro debido a una huelga o a falta de algún insumo o cosas parecidas”, explicó. Si se tuviera el dato de la ley de cabeza de los dos últimos años, se podría conocer con mayor precisión si los yacimientos están en agotamiento.
En su criterio, aumentar la producción en tiempo de caída de precios es dañino para el país, porque se vende con baja retribución para mantener el nivel de utilidad de las empresas. "No es racional que se perjudique al país (a todo el pueblo boliviano) para que un empresario siga ganando lo mismo que antes. En estos casos, el Estado debería intervenir para evitar que se produzca este fenómeno porque todos perdemos para que unos cuantos ganen lo mismo que antes”, enfatizó Córdova. Para la exautoridad, se debe destacar la producción de estaño por su valor y porque es la que se funde casi en su totalidad y es la que más impuestos genera; por lo tanto, si la extracción sube, eso es positivo para el país. En el caso del wólfram, la producción nacional es muy pequeña y su valor no es significativo en el peso total.
El exministro de Minería Jorge Espinoza explicó que si se comparan los volúmenes de exportación de los principales minerales del país (datos más exactos que los de la producción de concentrados), de 2014 y 2015, todos rebajaron -zinc, plomo, plata, oro y antimonio- excepto el wólfram, lo que demuestra que no hubo mayor producción. Aclaró que en todos los yacimientos baja paulatinamente la ley del mineral, lo cual ocasiona una menor producción. Además, pocas minas, a través de fuertes inversiones, pueden producir más como ocurre con San Cristóbal, que de un tratamiento diario de 40.000 toneladas ha elevado su capacidad a 53.000 toneladas. Además del incremento de productividad, para hacer frente a los menores precios de metales, esta operación ha reducido sus costos de producción.
Espinoza cree que nada de esto ocurre en las empresas estatales, que tienen una productividad muy baja. De hecho, el volumen de producción de concentrados debería reflejarse en un mayor volumen de exportación, lo que no ocurrió con el estaño. La incidencia económica del wólfram, que con una mayor producción exportó más, es mínima (0,8% de la exportación total en 2015). El valor de exportación del estaño en 2015 de 268 millones de dólares, en cambio, representó el 9,4% de la exportación total (2.862 millones de dólares), agregó la exautoridad.
La mayor parte del oro registrado deja cero impuestos, según Jubileo La mayor parte del oro registrado deja cero impuestos para el Estado y apenas paga 2,5% de regalías, según un análisis de la Fundación Jubileo. Por ejemplo, el valor del oro producido en el país hasta 2011 generaba algo menos de 400 millones de dólares anuales, en promedio real; sin embargo, después de 2012 se registraron volúmenes extraordinarios que llegaron a más de 1.000 millones de dólares. Para Jubileo, esa cifra debería significar un incremento proporcional de la renta a favor del Estado a través de mayores captaciones de regalías e impuestos.
"Por el contrario, se estima que más de 300 millones de dólares se evaden y eluden cada año por parte de productores informales que explotan el metal”, precisa. Según la normativa, los ingresos para el Estado por la explotación minera provienen de dos fuentes: regalías e impuestos. En el caso del oro, si éste procede de un buen yacimiento debería pagar el 7% sobre el valor comercializado, pero se creó una alícuota especial de regalía para yacimientos marginales, que sólo pueden ser explotados por métodos artesanales, de 2,5%.
Esta baja regalía pretendía favorecer a pequeños mineros y cooperativas que no podían acceder a buenos yacimientos y para impulsar a operadores irregulares a formalizar sus operaciones, señala Jubileo. Por el lado de los impuestos, la tasa se aplica según el tipo de operador.
Las empresas deben pagar el 37,5% de las ganancias, en tanto que las cooperativas, organizaciones sin fines de lucro, no saldan el Impuesto a las Utilidades de las Empresas, de modo que su aporte es 0%, agrega. En criterio de Jubileo, estas condiciones combinadas han sido aprovechadas tanto por contrabandistas extranjeros como por operadores locales. Aquellos hacen figurar como si su producción intensiva proviniera de yacimientos marginales y como si fuesen cooperativistas, subraya su análisis. Se cree que la producción peruana ingresa ilegalmente al país.
En 2015, la producción minera se incrementó en 5,13%, gracias al estaño, wólfram y otros metales; sin embargo, la extracción de zinc, oro, plata y plomo, principales minerales de exportación, disminuyó respecto a 2014. "En 2015 comparado a 2014, vemos que los volúmenes de producción de estaño y wólfram aumentaron, pero no ocurre lo mismo con el zinc, oro, plata, antimonio, plomo, cobre y ulexita que presentan cantidades menores a las del pasado año. El oro fue el que más disminuyó por la caída de precios”, explica el Anuario Estadístico 2015 del Ministerio de Minería.
El volumen producido de minerales en 2015 llegó a 829.580 toneladas métricas finas (TMF), un 5,13% más que en 2014, cuando se extrajeron 789.073 TMF (ver gráfica). Los metales que mayor caída registraron son el oro con -48,35% (porcentaje negativo), el cobre con -11,79%, la plata con -2,89% y el zinc con -1,52%. El volumen producido de estaño aumentó en 1,74%.
La menor extracción de zinc, al igual que las de oro y de plata, responde a la caída de las cotizaciones internacionales que hace que las operaciones mineras con baja ley dejen de ser rentables para su explotación, precisa el citado documento. Para el expresidente de la Comibol Héctor Córdova, en el volumen producido se debe considerar la caída de ley de los minerales.
"Por mucho que los operadores hagan esfuerzos por aumentar el volumen de mineral extraído, si las leyes bajan las toneladas finas disminuirán. No debe ser motivo de preocupación la disminución de producción de zinc, plomo y plata porque las variaciones son pequeñas y en algunos casos pueden obedecer a aspectos tan simples como una semana de paro debido a una huelga o a falta de algún insumo o cosas parecidas”, explicó. Si se tuviera el dato de la ley de cabeza de los dos últimos años, se podría conocer con mayor precisión si los yacimientos están en agotamiento.
En su criterio, aumentar la producción en tiempo de caída de precios es dañino para el país, porque se vende con baja retribución para mantener el nivel de utilidad de las empresas. "No es racional que se perjudique al país (a todo el pueblo boliviano) para que un empresario siga ganando lo mismo que antes. En estos casos, el Estado debería intervenir para evitar que se produzca este fenómeno porque todos perdemos para que unos cuantos ganen lo mismo que antes”, enfatizó Córdova. Para la exautoridad, se debe destacar la producción de estaño por su valor y porque es la que se funde casi en su totalidad y es la que más impuestos genera; por lo tanto, si la extracción sube, eso es positivo para el país. En el caso del wólfram, la producción nacional es muy pequeña y su valor no es significativo en el peso total.
El exministro de Minería Jorge Espinoza explicó que si se comparan los volúmenes de exportación de los principales minerales del país (datos más exactos que los de la producción de concentrados), de 2014 y 2015, todos rebajaron -zinc, plomo, plata, oro y antimonio- excepto el wólfram, lo que demuestra que no hubo mayor producción. Aclaró que en todos los yacimientos baja paulatinamente la ley del mineral, lo cual ocasiona una menor producción. Además, pocas minas, a través de fuertes inversiones, pueden producir más como ocurre con San Cristóbal, que de un tratamiento diario de 40.000 toneladas ha elevado su capacidad a 53.000 toneladas. Además del incremento de productividad, para hacer frente a los menores precios de metales, esta operación ha reducido sus costos de producción.
Espinoza cree que nada de esto ocurre en las empresas estatales, que tienen una productividad muy baja. De hecho, el volumen de producción de concentrados debería reflejarse en un mayor volumen de exportación, lo que no ocurrió con el estaño. La incidencia económica del wólfram, que con una mayor producción exportó más, es mínima (0,8% de la exportación total en 2015). El valor de exportación del estaño en 2015 de 268 millones de dólares, en cambio, representó el 9,4% de la exportación total (2.862 millones de dólares), agregó la exautoridad.
La mayor parte del oro registrado deja cero impuestos, según Jubileo La mayor parte del oro registrado deja cero impuestos para el Estado y apenas paga 2,5% de regalías, según un análisis de la Fundación Jubileo. Por ejemplo, el valor del oro producido en el país hasta 2011 generaba algo menos de 400 millones de dólares anuales, en promedio real; sin embargo, después de 2012 se registraron volúmenes extraordinarios que llegaron a más de 1.000 millones de dólares. Para Jubileo, esa cifra debería significar un incremento proporcional de la renta a favor del Estado a través de mayores captaciones de regalías e impuestos.
"Por el contrario, se estima que más de 300 millones de dólares se evaden y eluden cada año por parte de productores informales que explotan el metal”, precisa. Según la normativa, los ingresos para el Estado por la explotación minera provienen de dos fuentes: regalías e impuestos. En el caso del oro, si éste procede de un buen yacimiento debería pagar el 7% sobre el valor comercializado, pero se creó una alícuota especial de regalía para yacimientos marginales, que sólo pueden ser explotados por métodos artesanales, de 2,5%.
Esta baja regalía pretendía favorecer a pequeños mineros y cooperativas que no podían acceder a buenos yacimientos y para impulsar a operadores irregulares a formalizar sus operaciones, señala Jubileo. Por el lado de los impuestos, la tasa se aplica según el tipo de operador.
Las empresas deben pagar el 37,5% de las ganancias, en tanto que las cooperativas, organizaciones sin fines de lucro, no saldan el Impuesto a las Utilidades de las Empresas, de modo que su aporte es 0%, agrega. En criterio de Jubileo, estas condiciones combinadas han sido aprovechadas tanto por contrabandistas extranjeros como por operadores locales. Aquellos hacen figurar como si su producción intensiva proviniera de yacimientos marginales y como si fuesen cooperativistas, subraya su análisis. Se cree que la producción peruana ingresa ilegalmente al país.