Cada vez más empresas toman en cuenta el nivel de expertise de un ejecutivo en un área para definir las promociones en puestos jerárquicos.
LA NACIÓN

En 1990 el psicólogo sueco Anders Ericsson y otros colegas trabajaron con la Academia de Música de Berlín y, en particular, con los violinistas. Dividieron a los estudiantes en tres grupos: aquellos que eran estrellas con potencial de ser violinistas de avanzada a nivel mundial; otro grupo que eran simplemente buenos; y el tercer grupo que llegarían a ser profesores de música pero no tocarían profesionalmente.

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