Fuente: JORNADA
El Banco Central de Bolivia (BCB), al que el Gobierno ha designado como financiador de varios proyectos energéticos y de infraestructura, aprobó conceder un crédito por esa suma a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), indicó el Ministerio boliviano de Hidrocarburos y Energía en un comunicado. En la planta solar se invertirá unos 94 millones de dólares y en la planta geotérmica unos 28 millones de dólares.
El plan de Gobierno prevé que la planta solar generará 60 megavatios y estará formada por 23.580 paneles en una superficie de 180 hectáreas del salar, situado en la región andina de Potosí. Según el presidente de la empresa eléctrica, Eduardo Paz, el proyecto de Uyuni prueba la decisión del Ejecutivo de Evo Morales de apostar por el cambio de la matriz energética y el desarrollo de las energías renovables y alternativas a los combustibles fósiles.
El proyecto de energía geotérmica, situado cerca de la frontera con Chile, fue diseñado para producir cinco megavatios. Paz puntualizó que esa planta se construirá en 12 meses y significa instalar 23 mil 580 paneles solares en una superficie de al menos 180 hectáreas, dentro del salar de Uyuni.
La operación de préstamo fue firmada por Paz y el presidente del BCB, Marcelo Zabalaga, en un acto al que asistió el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez. Según Sánchez, Bolivia espera tener entre 2018 y 2019 una generación de 500 megavatios en plantas de energía alternativa. Actualmente, la producción boliviana es de cerca de 1.500 megavatios de fuentes fundamentalmente de energía fósil, para responder a una demanda que ronda los 1.300 megavatios. Las autoridades se han planteado que con las infraestructuras eléctricas que se construyen o que serán licitadas próximamente se alcance una producción total de 3.000 megavatios, con miras a exportar 1.000 megavatios hacia 2020.
El presidente Morales ha expresado varias veces su deseo de que Bolivia se convierta a futuro en un centro energético del Cono Sur mediante la exportación de electricidad, para lo cual ya tiene acuerdos preliminares con Argentina y Brasil.
El Banco Central de Bolivia (BCB), al que el Gobierno ha designado como financiador de varios proyectos energéticos y de infraestructura, aprobó conceder un crédito por esa suma a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), indicó el Ministerio boliviano de Hidrocarburos y Energía en un comunicado. En la planta solar se invertirá unos 94 millones de dólares y en la planta geotérmica unos 28 millones de dólares.
El plan de Gobierno prevé que la planta solar generará 60 megavatios y estará formada por 23.580 paneles en una superficie de 180 hectáreas del salar, situado en la región andina de Potosí. Según el presidente de la empresa eléctrica, Eduardo Paz, el proyecto de Uyuni prueba la decisión del Ejecutivo de Evo Morales de apostar por el cambio de la matriz energética y el desarrollo de las energías renovables y alternativas a los combustibles fósiles.
El proyecto de energía geotérmica, situado cerca de la frontera con Chile, fue diseñado para producir cinco megavatios. Paz puntualizó que esa planta se construirá en 12 meses y significa instalar 23 mil 580 paneles solares en una superficie de al menos 180 hectáreas, dentro del salar de Uyuni.
La operación de préstamo fue firmada por Paz y el presidente del BCB, Marcelo Zabalaga, en un acto al que asistió el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez. Según Sánchez, Bolivia espera tener entre 2018 y 2019 una generación de 500 megavatios en plantas de energía alternativa. Actualmente, la producción boliviana es de cerca de 1.500 megavatios de fuentes fundamentalmente de energía fósil, para responder a una demanda que ronda los 1.300 megavatios. Las autoridades se han planteado que con las infraestructuras eléctricas que se construyen o que serán licitadas próximamente se alcance una producción total de 3.000 megavatios, con miras a exportar 1.000 megavatios hacia 2020.
El presidente Morales ha expresado varias veces su deseo de que Bolivia se convierta a futuro en un centro energético del Cono Sur mediante la exportación de electricidad, para lo cual ya tiene acuerdos preliminares con Argentina y Brasil.