Fuente: EL DEBER
A 24 horas de conocerse el despido de 60 trabajadores de tres empresas del sector de muebles en el eje central, ayer se informó de que la firma San Roque, de Cochabamba, cerró sus puertas y deja sin trabajo a más de medio centenar de personas debido a la ‘invasión’ de muebles brasileños en el mercado nacional. El colapso es inminente. Los muebles del vecino país son más baratos y se venden como pan caliente debido a la crisis de Brasil y a su política cambiaria. Mientras que los nacionales tienen precios más elevados y la gente no los quiere.
Rafael Choque, director general de la fábrica Indara en Santa Cruz, afirmó que la situación es insostenible, pues los mercados La Ramada y otros centros están repletos de mercancía brasileña. Alertó que hay unas 80 fábricas en el país en dificultades. Aseguró que cientos de dueños de carpinterías cerraron sus negocios en 2015 y ahora son importadores de muebles brasileños, pues obtienen buenas ganancias.
En la actualidad existen más de 100 importadores en este sector con 80 marcas debidamente registradas. “El Gobierno debería poner ‘cupos’ a las importaciones de muebles, si no lo hace será imposible reactivar la industria nacional”, advirtió Choque. Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las importaciones brasileñas de muebles en 2014 ascendieron a $us 35,7 millones y en 2015 a $us 32,8 millones, las cifras más altas de la última década. Se envió un requerimiento periodístico al Ministerio de Desarrollo Productivo, pero no se obtuvo respuesta.
Migración fronteriza El Comité Interinstitucional de Frontera de los municipios de Puerto Suárez, Quijarro y El Carmen Rivero Tórrez alertó que los comerciantes se alistan para migrar a las ciudades del eje central en busca de mejores días si es que el Gobierno no declara a esa región zona económica especial. Este año cerraron 100 negocios. Vicente Parabá, presidente de la Central Indígena Chiquitana Germán Busch, y Ligia Lewin de Céspedes, vocera del CIF, indicaron que la situación es insostenible. Hebert Sánchez, de la Cainco Puerto Suárez, manifestó que disminuyeron las inversiones en la frontera, por lo que pidió al presidente Evo Morales activar políticas de incentivos a la región
A 24 horas de conocerse el despido de 60 trabajadores de tres empresas del sector de muebles en el eje central, ayer se informó de que la firma San Roque, de Cochabamba, cerró sus puertas y deja sin trabajo a más de medio centenar de personas debido a la ‘invasión’ de muebles brasileños en el mercado nacional. El colapso es inminente. Los muebles del vecino país son más baratos y se venden como pan caliente debido a la crisis de Brasil y a su política cambiaria. Mientras que los nacionales tienen precios más elevados y la gente no los quiere.
Rafael Choque, director general de la fábrica Indara en Santa Cruz, afirmó que la situación es insostenible, pues los mercados La Ramada y otros centros están repletos de mercancía brasileña. Alertó que hay unas 80 fábricas en el país en dificultades. Aseguró que cientos de dueños de carpinterías cerraron sus negocios en 2015 y ahora son importadores de muebles brasileños, pues obtienen buenas ganancias.
En la actualidad existen más de 100 importadores en este sector con 80 marcas debidamente registradas. “El Gobierno debería poner ‘cupos’ a las importaciones de muebles, si no lo hace será imposible reactivar la industria nacional”, advirtió Choque. Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las importaciones brasileñas de muebles en 2014 ascendieron a $us 35,7 millones y en 2015 a $us 32,8 millones, las cifras más altas de la última década. Se envió un requerimiento periodístico al Ministerio de Desarrollo Productivo, pero no se obtuvo respuesta.
Migración fronteriza El Comité Interinstitucional de Frontera de los municipios de Puerto Suárez, Quijarro y El Carmen Rivero Tórrez alertó que los comerciantes se alistan para migrar a las ciudades del eje central en busca de mejores días si es que el Gobierno no declara a esa región zona económica especial. Este año cerraron 100 negocios. Vicente Parabá, presidente de la Central Indígena Chiquitana Germán Busch, y Ligia Lewin de Céspedes, vocera del CIF, indicaron que la situación es insostenible. Hebert Sánchez, de la Cainco Puerto Suárez, manifestó que disminuyeron las inversiones en la frontera, por lo que pidió al presidente Evo Morales activar políticas de incentivos a la región