Fuente: EL DÍA
En el marco del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2016-2020, Santa Cruz se queda con cerca de un 25% de los grandes emprendimientos proyectados. Un análisis de El Día revela que de 152 proyectos a nivel nacional, 40 se ejecutarán en Santa Cruz.
El PDES proyecta una inversión de $us 48.574 millones, para alcanzar al menos un PIB de $us 57.000 millones. Entre los planes para el departamento se consignan obras como la construcción de carreteras asfaltadas en la red vial fundamental, instalación de hidroeléctricas como Rositas, nuevos aeropuertos como el Hub Viru Viru, corredores ferroviarios como Motacusito-Puerto Busch, plantas generadoras de energías alternativas y obras de infraestructura. Además, se anota en el área de salud hospitales de tercer nivel, institutos de cuarto nivel y centros de investigación.
Para José Alberti, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, gran parte de dichos proyectos no son nuevos, fueron gestados hace muchas décadas atrás como Puerto Busch (100 años), el Mutún (45 años) y el Hub Viru Viru (de los '70). "Esos proyectos han venido postergándose por dos razones, por falta de financiamiento y por criterios políticos", puntualizó. La factibilidad y financiamiento. Expertos, indistintamente sus visiones, coinciden en señalar que si bien dicho plan es ambicioso y alentador para el país, lo que preocupa es el financiamiento en términos de factibilidad de los mismos. Más aún cuando el país ha desaprovechado 10 años de bonanza económica, materializar esos 152 proyectos a nivel nacional y 40 para la región se hará difícil dada la coyuntura de desaceleración económica que vive el mundo, la región y que empieza a sentir el país.
Tal como hace entrever en los hechos el Gobierno, la materialización del todo el PDES 2016-2020 dependerá del endeudamiento externo.
El crédito chino de $us 7.500 millones ya forma parte financiera de los proyectos de inversión, como la reciente apuesta del Gobierno con la adjudicación y firma del contrato a la china Sinosteel para la planta siderúrgica del Mutún. Armando Méndez, experto en economía, señala que por esa razón el Gobierno ha optado por el crédito chino, dado que las condiciones de accesibilidad son flexibles y la necesidad de recursos financieros es un imperativo ante un plan desarrollo tan ambicioso.
"Lo importante es que ese endeudamiento sea bien utilizado en proyectos para el desarrollo privado, con una alta rentabilidad social hacia el futuro. Se trata de asegurar la eficiencia de esos recursos", recomendó.
En ese marco, Alberti describe que el PDES plantea desarrollar proyectos con el fin de cerrar una brecha de déficit en infraestructura, en la que Bolivia se encuentra muy retrasada con relación a otros países de la región, pero el gran problema con el que se tiene es el financiamiento, por lo que plantea priorizar los proyectos más productivos en estos con miras al 2020.
"Es una obligación cerrar esas brechas que otros países están muy avanzados. Pero para ello hay que tener claro el financiamiento, dado que los mercados financieros son más estrictos. Para ello la única alternativa es priorizar los proyectos de mayor impacto y rentabilidad a la inversión", señaló. Un repaso a los 40 proyectos.
Para el transporte carretero, que según el PDES al 2020 constituye en un eje trasversal importante en el desarrollo y crecimiento del país, el Estado tiene como reto la construcción, mejoramiento y mantenimiento de la infraestructura de la Red Vial Fundamental acorde a los estándares de la región. Para ello, en el departamento de Santa Cruz se tiene previsto desarrollar y concluir al 2020 con la construcción de diez vías troncales, tres doble vías y dos puentes.
Todo ello representará una inversión de $us 1.566 millones, de los cuales el Gobierno departamental participará con la contraparte regional de $us 317,2 millones.
Entre los tramos se destaca la construcción de Río Uruguayito-San Ignacio de Velasco, Montero-Chané-Colonia Piraí, el túnel Incahuasi, El Torno-Buena Vista, las doble vías: Santa Cruz-Warnes, Montero-Yapacaní y Yapacaní-Puente Ichilo.
En cambio, en puentes, el PDES prevé construir un total de 13 obras de magnitud en todo el país, cuya longitud total abarca a 7,28 kilómetros y otros tantos comprendidos como vías de acceso 17,40 kilómetros, tres de ellos serán construidos en Santa Cruz con una dimensión total de 1.740 metros de longitud.
El puente Banegas, en Okinawa, que ya tiene un avance del 50%, y el que se va a construir sobre el río Piraí en el municipio de Minero son entre otras obras viales las más importantes para la región. Adicionalmente, en ese marco de la inversión se prevé la construcción de accesos, puentes menores, mantenimientos y rehabilitación de carreteras de todo el corredor Bioceánico.
En gran parte de esos proyectos, además de otros proyectos de riego, en el aeropuerto, remarca José Luis Parada, asesor de la Gobernación cruceña, el Gobierno departamental de Santa Cruz participa con una contraparte total que supera los $us 343 millones. "Eso incluye también la construcción del hospital de tercer nivel de Montero de $us 30,5 millones, también para Mi Riego relacionado a protección con el Searpi de $us 7,7 millones, además de Resilencia Climática de $us 8,1 millones.
En total estaremos participando con 343 millones de dólares de los 1.600 millones previstos", informó Parada. Otros de dimensión. Para el transporte ferroviario se recuperarán las vías férreas existentes a través de acciones de reposición y mantenimiento, así como la construcción de nuevas vías férreas. Para el efecto, Santa Cruz tiene tres tramos: Montero-Bulo Bulo, cuya ejecución se inició el 2014 y solo tiene un avance menor al 20%.
En cambio se prevé consolidar Motacusito-Mutún-Puerto Busch, cuyos 130 kilómetros de longitud tendrán una inversión de $us 472 millones. Y la otra gran apuesta es el tren interurbano de Santa Cruz, cuya articulación entre Montero y la ciudad capital y La Guardia supondrá una inversión de $us 750 millones. En el transporte fluvial, el mayor desafío estriba en la puesta en marcha de la terminal de carga de Puerto Busch, el dragado del canal Tamengo y en la zona norte la rehabilitación navegable del río Ichilo.
En cambio, para el transporte aéreo el proyecto más saliente es la construcción del Hub Internacional Viru Viru, cuya inversión de $us 300 millones ya está adjudicada a una empresa china. Ademas, el PDES prevé desarrollar otros cuatro aeropuertos en San José de Chiquitos, San Ignacio de Velasco, Vallegrande, Puerto Suárez. En cambio, el sexto que se prevé se refiere a los estudios de preinversión del aeropuerto de Camiri, en el sur del departamento. Anhelos Según expertos, Rositas todavía tomará tiempo y otras hidroeléctricas Mirada.
Al 2020 se habrá incrementado la generación de electricidad a 2.954 MW en hidroeléctricas, termoeléctricas y energías alternativas.
Al mismo tiempo, hasta ese año la potencia efectiva permite la generación de 2.592 MW de energía eléctrica para la exportación a países vecinos, posicionando al país como centro energético de la región. Región. De 15 proyectos hidroeléctrico, solo tres corresponden a Santa Cruz: Rositas, y el ciclo combinado Warnes y las represas de la Cuenca Río Grande, que implican 8 represas a construirse. Además, en proyectos de generación de energías alternativas se tiene 13 a nivel nacional, de los cuales tres corresponden a Santa Cruz.
Ellos son: Eólica Warnes, Eólica San Julián y Eólica El Dorado. Según expertos, dada la actual coyuntura de bajos ingresos, será difícil tener encaminado Rositas. Punto de vista Teófilo Caballero Economista y expresidente del colegio de economistas Santa Cruz En Bolivia tenemos una cualidad muy especial: somos campeones en hacer leyes y preparar proyectos que después no se cumplen o llegan a cristalizarse.
En ese ámbito ojalá esta vez sea la excepción. Lo más importante de este plan es verificar cuáles son las fuentes de financiamiento para esos proyectos que se propone el Gobierno a llevar a cabo al 2020, son factibles; de lo contrario quedarán en simples enunciados. Obviamente que esos megaproyectos que favorecen al país debieron ser financiados con los ingresos de la época de bonanza, lamentablemente eso no se ha dado, porque la bonanza ha sido prácticamente despilfarrada.
Ante esa situación el Gobierno seguramente ingresará a un agresivo plan de endeudamiento, como ya ha sido anunciado con el compromiso con China, cuyo país financiará con 7.500 millones de dólares para proyectos carreteros. Ahí surge otra inquietud, hasta qué punto la economía boliviana estará en condiciones de soportar y enfrentar el endeudamiento en los próximos años, dado que ya estamos en el 18% del PIB (Producto Interno Bruto).
Entonces, el plan de desarrollo está a expensas de la capacidad de financiamiento que debe tener el país y más aún por esta baja de ingresos por la caída de los precios de las materias primas, que a nivel global tiende a quedarse en los próximos años. Los proyectos a desarrollarse en Santa Cruz no solo benefician a la región, sino al país entero. Debería conformarse un comité de seguimiento y evaluación de proyectos.
Lamentablemente hay una dejadez y falta de compromiso de muchas autoridades cruceñas. Están más empeñadas en el enriquecimiento a corto plazo que en el bienestar colectivo de los cruceños en el mediano plazo. Desgraciadamente esa es la élite actual que nos está gobernando, muy cortoplacista, cuyo objetivo es lograr ser rico en el corto plazo.
En el marco del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2016-2020, Santa Cruz se queda con cerca de un 25% de los grandes emprendimientos proyectados. Un análisis de El Día revela que de 152 proyectos a nivel nacional, 40 se ejecutarán en Santa Cruz.
El PDES proyecta una inversión de $us 48.574 millones, para alcanzar al menos un PIB de $us 57.000 millones. Entre los planes para el departamento se consignan obras como la construcción de carreteras asfaltadas en la red vial fundamental, instalación de hidroeléctricas como Rositas, nuevos aeropuertos como el Hub Viru Viru, corredores ferroviarios como Motacusito-Puerto Busch, plantas generadoras de energías alternativas y obras de infraestructura. Además, se anota en el área de salud hospitales de tercer nivel, institutos de cuarto nivel y centros de investigación.
Para José Alberti, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, gran parte de dichos proyectos no son nuevos, fueron gestados hace muchas décadas atrás como Puerto Busch (100 años), el Mutún (45 años) y el Hub Viru Viru (de los '70). "Esos proyectos han venido postergándose por dos razones, por falta de financiamiento y por criterios políticos", puntualizó. La factibilidad y financiamiento. Expertos, indistintamente sus visiones, coinciden en señalar que si bien dicho plan es ambicioso y alentador para el país, lo que preocupa es el financiamiento en términos de factibilidad de los mismos. Más aún cuando el país ha desaprovechado 10 años de bonanza económica, materializar esos 152 proyectos a nivel nacional y 40 para la región se hará difícil dada la coyuntura de desaceleración económica que vive el mundo, la región y que empieza a sentir el país.
Tal como hace entrever en los hechos el Gobierno, la materialización del todo el PDES 2016-2020 dependerá del endeudamiento externo.
El crédito chino de $us 7.500 millones ya forma parte financiera de los proyectos de inversión, como la reciente apuesta del Gobierno con la adjudicación y firma del contrato a la china Sinosteel para la planta siderúrgica del Mutún. Armando Méndez, experto en economía, señala que por esa razón el Gobierno ha optado por el crédito chino, dado que las condiciones de accesibilidad son flexibles y la necesidad de recursos financieros es un imperativo ante un plan desarrollo tan ambicioso.
"Lo importante es que ese endeudamiento sea bien utilizado en proyectos para el desarrollo privado, con una alta rentabilidad social hacia el futuro. Se trata de asegurar la eficiencia de esos recursos", recomendó.
En ese marco, Alberti describe que el PDES plantea desarrollar proyectos con el fin de cerrar una brecha de déficit en infraestructura, en la que Bolivia se encuentra muy retrasada con relación a otros países de la región, pero el gran problema con el que se tiene es el financiamiento, por lo que plantea priorizar los proyectos más productivos en estos con miras al 2020.
"Es una obligación cerrar esas brechas que otros países están muy avanzados. Pero para ello hay que tener claro el financiamiento, dado que los mercados financieros son más estrictos. Para ello la única alternativa es priorizar los proyectos de mayor impacto y rentabilidad a la inversión", señaló. Un repaso a los 40 proyectos.
Para el transporte carretero, que según el PDES al 2020 constituye en un eje trasversal importante en el desarrollo y crecimiento del país, el Estado tiene como reto la construcción, mejoramiento y mantenimiento de la infraestructura de la Red Vial Fundamental acorde a los estándares de la región. Para ello, en el departamento de Santa Cruz se tiene previsto desarrollar y concluir al 2020 con la construcción de diez vías troncales, tres doble vías y dos puentes.
Todo ello representará una inversión de $us 1.566 millones, de los cuales el Gobierno departamental participará con la contraparte regional de $us 317,2 millones.
Entre los tramos se destaca la construcción de Río Uruguayito-San Ignacio de Velasco, Montero-Chané-Colonia Piraí, el túnel Incahuasi, El Torno-Buena Vista, las doble vías: Santa Cruz-Warnes, Montero-Yapacaní y Yapacaní-Puente Ichilo.
En cambio, en puentes, el PDES prevé construir un total de 13 obras de magnitud en todo el país, cuya longitud total abarca a 7,28 kilómetros y otros tantos comprendidos como vías de acceso 17,40 kilómetros, tres de ellos serán construidos en Santa Cruz con una dimensión total de 1.740 metros de longitud.
El puente Banegas, en Okinawa, que ya tiene un avance del 50%, y el que se va a construir sobre el río Piraí en el municipio de Minero son entre otras obras viales las más importantes para la región. Adicionalmente, en ese marco de la inversión se prevé la construcción de accesos, puentes menores, mantenimientos y rehabilitación de carreteras de todo el corredor Bioceánico.
En gran parte de esos proyectos, además de otros proyectos de riego, en el aeropuerto, remarca José Luis Parada, asesor de la Gobernación cruceña, el Gobierno departamental de Santa Cruz participa con una contraparte total que supera los $us 343 millones. "Eso incluye también la construcción del hospital de tercer nivel de Montero de $us 30,5 millones, también para Mi Riego relacionado a protección con el Searpi de $us 7,7 millones, además de Resilencia Climática de $us 8,1 millones.
En total estaremos participando con 343 millones de dólares de los 1.600 millones previstos", informó Parada. Otros de dimensión. Para el transporte ferroviario se recuperarán las vías férreas existentes a través de acciones de reposición y mantenimiento, así como la construcción de nuevas vías férreas. Para el efecto, Santa Cruz tiene tres tramos: Montero-Bulo Bulo, cuya ejecución se inició el 2014 y solo tiene un avance menor al 20%.
En cambio se prevé consolidar Motacusito-Mutún-Puerto Busch, cuyos 130 kilómetros de longitud tendrán una inversión de $us 472 millones. Y la otra gran apuesta es el tren interurbano de Santa Cruz, cuya articulación entre Montero y la ciudad capital y La Guardia supondrá una inversión de $us 750 millones. En el transporte fluvial, el mayor desafío estriba en la puesta en marcha de la terminal de carga de Puerto Busch, el dragado del canal Tamengo y en la zona norte la rehabilitación navegable del río Ichilo.
En cambio, para el transporte aéreo el proyecto más saliente es la construcción del Hub Internacional Viru Viru, cuya inversión de $us 300 millones ya está adjudicada a una empresa china. Ademas, el PDES prevé desarrollar otros cuatro aeropuertos en San José de Chiquitos, San Ignacio de Velasco, Vallegrande, Puerto Suárez. En cambio, el sexto que se prevé se refiere a los estudios de preinversión del aeropuerto de Camiri, en el sur del departamento. Anhelos Según expertos, Rositas todavía tomará tiempo y otras hidroeléctricas Mirada.
Al 2020 se habrá incrementado la generación de electricidad a 2.954 MW en hidroeléctricas, termoeléctricas y energías alternativas.
Al mismo tiempo, hasta ese año la potencia efectiva permite la generación de 2.592 MW de energía eléctrica para la exportación a países vecinos, posicionando al país como centro energético de la región. Región. De 15 proyectos hidroeléctrico, solo tres corresponden a Santa Cruz: Rositas, y el ciclo combinado Warnes y las represas de la Cuenca Río Grande, que implican 8 represas a construirse. Además, en proyectos de generación de energías alternativas se tiene 13 a nivel nacional, de los cuales tres corresponden a Santa Cruz.
Ellos son: Eólica Warnes, Eólica San Julián y Eólica El Dorado. Según expertos, dada la actual coyuntura de bajos ingresos, será difícil tener encaminado Rositas. Punto de vista Teófilo Caballero Economista y expresidente del colegio de economistas Santa Cruz En Bolivia tenemos una cualidad muy especial: somos campeones en hacer leyes y preparar proyectos que después no se cumplen o llegan a cristalizarse.
En ese ámbito ojalá esta vez sea la excepción. Lo más importante de este plan es verificar cuáles son las fuentes de financiamiento para esos proyectos que se propone el Gobierno a llevar a cabo al 2020, son factibles; de lo contrario quedarán en simples enunciados. Obviamente que esos megaproyectos que favorecen al país debieron ser financiados con los ingresos de la época de bonanza, lamentablemente eso no se ha dado, porque la bonanza ha sido prácticamente despilfarrada.
Ante esa situación el Gobierno seguramente ingresará a un agresivo plan de endeudamiento, como ya ha sido anunciado con el compromiso con China, cuyo país financiará con 7.500 millones de dólares para proyectos carreteros. Ahí surge otra inquietud, hasta qué punto la economía boliviana estará en condiciones de soportar y enfrentar el endeudamiento en los próximos años, dado que ya estamos en el 18% del PIB (Producto Interno Bruto).
Entonces, el plan de desarrollo está a expensas de la capacidad de financiamiento que debe tener el país y más aún por esta baja de ingresos por la caída de los precios de las materias primas, que a nivel global tiende a quedarse en los próximos años. Los proyectos a desarrollarse en Santa Cruz no solo benefician a la región, sino al país entero. Debería conformarse un comité de seguimiento y evaluación de proyectos.
Lamentablemente hay una dejadez y falta de compromiso de muchas autoridades cruceñas. Están más empeñadas en el enriquecimiento a corto plazo que en el bienestar colectivo de los cruceños en el mediano plazo. Desgraciadamente esa es la élite actual que nos está gobernando, muy cortoplacista, cuyo objetivo es lograr ser rico en el corto plazo.