Mientras la mayor parte de las firmas del sector petrolero está en crisis, tres compañías locales marcan la diferencia con sus resultados y proyecciones. ¿Cómo lo lograron?
Fuente: Dinero
   
Hablar de sector petrolero hoy en el mundo es lo mismo que decir “balances en rojo”. Solo Ecopetrol, por primera vez en su historia, registró pérdidas por $3,9 billones. El panorama en todas las compañías parece ser desolador. Esto es así porque la caída de 70% en el precio del crudo puso contra las cuerdas a casi todas las firmas.
 
Sin embargo, en Colombia tres compañías están mostrando buenos resultados y muchos se preguntan qué hicieron para lograr balances en negro y mejores proyecciones que la mayoría de sus competidores.
 
La primera de la lista es Equión, una compañía que opera varios pozos petroleros en el departamento de Casanare. Los buenos resultados son evidentes. La compañía obtuvo el año pasado ingresos operacionales por US$449 millones, flujo de caja positivo de US$139 millones y US$190 millones en dividendos para sus socios: Ecopetrol, que tiene 51% de las acciones, y Repsol, que cuenta con el restante 49%. El Ebidta de la firma fue el año pasado de US$330 millones, lo que da un margen de 74%.
 
¿Cuáles son las razones de este éxito? Según la presidente de la compañía, María Victoria Riaño, estas cifras se explican, primero, porque la administración siempre está buscando eficiencias, “no solo en tiempos de precios bajos”. Y, segundo, porque realizó un proceso de inversión para ampliar las capacidades de las plantas y equipos de la compañía en los pozos que opera y que tuvieron lugar entre 2012 y 2014.
 
Las nuevas facilidades en el campo de Floreña entraron en funcionamiento en febrero del año pasado, lo que permitió aumentar la producción justo en momentos en que el precio del crudo registraba una caída libre: allí se pasó de picos de producción de 25.000 barriles por día a cerca de 43.000 barriles por día en el campo. Esta combinación de aumento en la producción y bajos precios de operación llevó a que el Ebitda alcanzara los US$25 por barril.
 
“Nuestra promesa para los accionistas era un Ebitda por barril de US$21 y un dividendo de US$40 millones; alcanzamos los US$25 por barril y US$190 millones en dividendo”, comenta Riaño.
 
Por entre un tubo
 
La otra firma que está mostrando muy buenos resultados es Cenit, que administra los activos de transporte de Ecopetrol. La compañía obtuvo el año pasado ingresos por $3,8 billones y un Ebitda de $1,8 billones.
 
De acuerdo con Andrés Duarte Pérez, analista de renta variable de Corficolombiana, la relación de Cenit con Ecopetrol es muy estrecha, pues 70% de lo que transporta la compañía a través de sus oleoductos y poliductos es producción de Ecopetrol, compañía que a su vez representa cerca de 70% del total de la producción de crudos e hidrocarburos colombianos.
 
“Ellos tienen oleoductos y poliductos para los que las tarifas de transporte son en dólares. Además, esa empresa se ha volcado hacia una estrategia de contratos de tipo take or pay”, señala el analista. Esto explica los buenos resultados de la compañía, pues, por una parte, los contratos de take or pay garantizan unos ingresos que no dependen de los niveles de producción de las compañías que usan los servicios de Cenit; esta estrategia ha sido implementada en los últimos años con el propósito de generar eficiencias en el uso de la infraestructura.
 
Lo otro que afectó favorablemente el balance de la firma fue la devaluación, pues –al cobrar sus servicios en dólares– un aumento en el tipo de cambio incrementa el valor de sus ingresos en pesos.
 
Duarte también recalcó que la compañía ha venido haciendo importantes inversiones, lo que reduce las necesidades de Capex en estas vigencias.
 
Acerca de lo que viene este año, el analista de Corficolombiana explicó que no será tan bueno como 2015, pues primero es necesario renegociar los contratos de transporte y reducir la presión de muchos de sus clientes para que las tarifas de los oleoductos y poliductos caigan; y segundo, porque es probable que el precio del dólar ya no esté tan alto como lo estuvo en promedio el año anterior.
 
Incluso, para algunos analistas un efecto en contra es que con precios altos y dólar caro, algunos productores vean en el transporte por carrotanques una opción. Aun así, la expectativa es que el flujo de caja siga positivo y que las utilidades se mantengan firmes.
 
La promesa del gas
 
Si bien 2015 no fue un año de mostrar para Canacol, la compañía sentó las bases para el que podría ser uno de los mejores resultados de su historia. Según Sebastián Gallego, analista de Renta Variable de Credicorp Capital, la expectativa frente a esta vigencia es positiva. “Ellos han migrado hacia el negocio de gas y por eso la expectativa es que les vaya mucho mejor. Ya han asegurado contratos de gas para este año y la producción va a seguir aumentando. Por eso vemos un crecimiento superior a 70% en las ventas respecto a 2015. Eso implica un incremento en la generación de efectivo bastante importante. En términos de flujo de caja operacional, pasaría más o menos de uno negativo de US$18 millones en 2015, a uno positivo de US$102 millones en 2016”, asegura el analista.
 
El panorama para la firma ya es positivo y aún faltan buenas noticias por revelarse. Hasta el momento, la empresa viene haciendo descubrimientos importantes –como por ejemplo, los asociados al proyecto Oboe I– que todavía no han sido incluidos en las cifras de reservas.
 
A esto se le suma que los indicadores de endeudamiento y liquidez van a mejorar ostensiblemente en 2016. “Estimamos que la deuda financiera sobre Ebitda pase de 5,4 veces a 2,1 veces”, agrega Gallego; esto se explica por el crecimiento en el flujo de caja.
 
Dentro de las expectativas que tiene la empresa está la entrada en operación del Gasoducto de la Costa, que permitirá ampliar la capacidad de transporte y comercializar mayores volúmenes de gas.
 
Aunque la constante en los últimos meses han sido las malas noticias en el sector de hidrocarburos, los momentos de crisis que vive esta actividad económica no deben llevar a los analistas a ocultar los buenos resultados y perspectivas que arrojan ciertas compañías. Una mezcla de inversiones oportunas, reducción de costos y una dosis de buena suerte son la fórmula del éxito en estos momentos de convulsión. En medio de la debacle, siempre hay hechos por destacar.