La estatal Petroamazonas anunció hoy el comienzo de los trabajos de perforación en un campo petrolero ubicado fuera del parque nacional Yasuní, considerada una de las áreas de mayor biodiversidad de Ecuador.
Fuente: Prensa Latina
   
Según detalló la empresa pública en un comunicado, el inicio de la operación, que se realiza con tecnologías amigables con el medioambiente, fue supervisada ayer por el ministro coordinador de Sectores Estratégicos Rafael Poveda y otras autoridades durante un recorrido por los bloques 31 y 43.
 
El pozo se encuentra en el campo Tiputini, cuyas reservas están calculadas en 920 millones de barriles de crudo, agregó la fuente, la cual recalcó que las técnicas utilizadas, entre ellas la perforación direccional y horizontal, cumplen con altos estándares internacionales.
 
Esta es una muy buena noticia para el país, estamos trabajando para las futuras generaciones, garantizando ingresos sostenibles para los ecuatorianos. Estamos optimizando costos e incrementando la producción de las zonas con mejores prospectos, comentó Poveda, citado en el comunicado de Petroamazonas.
 
El funcionario también visitó los campos Apaika y Nenke, ubicados dentro del bloque 31, cuya producción inició en 2013 y actualmente sobrepasa los 20 mil barriles diarios de petróleo.
 
El gobierno ecuatoriano decidió en agosto de 2013 iniciar los trabajos de prospección y explotación de las reservas petroleras ubicadas en el parque Yasuní, tras el escaso apoyo internacional que recibió una iniciativa lanzada por el presidente Rafael Correa para dejar bajo tierra el crudo, a cambio de una compensación monetaria.
 
Hasta el momento, sin embargo, las operaciones se desarrollan en las áreas colindantes a esa reserva amazónica que ocupa un área de 9 mil 820 kilómetros cuadrados, y es hogar de una de las mayores variedades genéticas de animales y plantas del planeta.
 
Las autoridades ecuatorianas aseguran que la eventual explotación petrolera se realizará con el mayor cuidado hacia el medioambiente, mediante el uso de los llamados puentes de dosel y deprimidos que facilitan el tránsito de los animales por encima y por debajo de las vías de acceso a los pozos, y el monitoreo constante del comportamiento de la vida salvaje mediante cámaras trampas.