Dos señales sauditas avizoran un cambio en el mediano y largo plazo.

Publicado primero en Petróleo & Gas


El 25 de enero de 2015 en su capital Riad, Arabia Saudita presentó ante 2.400 empresarios, funcionarios y analistas nacionales e internacionales su ambicioso plan para curarse de la 'enfermedad holandesa'*, es decir, del predominio del petróleo en su economía.

A principios del mismo mes, la misma Arabia Saudita manifestaba su seria intención de vender su empresa petrolera Aramco, la joya de la corona, la que más produce en el mundo con más de 12 millones de barriles diarios.

¿Por qué realiza el reino árabe estas acciones?

Según analistas esto se debe a dos factores conectados. Uno; que el petróleo ha perdido valor y podría seguir en picada, por lo tanto, en el caso de Aramco, la empresa perderá valor en el futuro y este es el momento de vender. Dos; por esa misma razón no se podrá depender del petróleo por mucho tiempo y este es el momento de diversificar su economía.

El reino de Arabia “busca trasladar el peso de su economía desde las ganancias petroleras hacia otros sectores, que varían desde el turismo hasta tecnologías informáticas”, informaba la agencia Reuters.

Andrew Logan, experto en energía en la entidad financiera Ceres, citado por el sitio elconomista.es, se pregunta "¿por qué un activo tan valioso se va a poner a la venta cuando su valor es el más bajo desde 2003? La respuesta más evidente a esta pregunta es que el reino saudí está reconociendo que la era del petróleo está llegando a su fin y están buscando como sacar la máxima liquidez" antes de que este negocio se devalúe.

Ante el escenario de precios bajos y un horizonte petrolero cada vez más corto, los árabes están tomando previsiones para no caer en la 'enfermedad holandesa', es decir de la dependencia plena de los precios del petróleo.

Medidas económicas

El país busca también reducir los puestos en el sector público, que actualmente emplea a dos terceras partes de los trabajadores, ayudando crear los nuevos empleos en el sector privado. Asimismo, intentará privatizar partes de su sistema de atención médica.

Según ha precisado el presidente de Aramco, Khalid al-Falih, Arabia Saudita "pasará de un crecimiento cuantitativo sencillo basado en las exportaciones de materias primas a un crecimiento cualitativo que esté distribuido de manera equitativa" a través de la economía, citado la agencia rusa RT.

Actualmente el déficit presupuestario de este país alcanza los $us 100.000 millones debido al desplome de los precios del crudo, si bien Riad aún cuenta con una 'balón de oxígeno' de más de $us 600.000 millones acumulados durante el 'boom' petrolero, según la agencia.

 

La venta de Saudí Aramco

Con la posibilidad de la venta de su empresa emblema, Arabia Saudí estaría intentando sacar algo de valor a un activo que cada año podría valer menos. Parece difícil que el precio del petróleo vuelva a acercarse a los $us 100 porque el mercado ha cambiado, tanto la oferta como la demanda.

Por el lado de la oferta, han entrado varios competidores en el mercado del petróleo (EEUU, Canadá, Brasil o Irán); por el lado de la demanda el auge de las renovables y el uso cada vez más eficiente de los hidrocarburos han disminuido el apetito por el crudo.

Sin embargo, una ventaja competitiva de los saudíes es que sus costos de producción son de los más bajos en el mundo, lo que les permite tener rentabilidad aún en épocas de precios bajos, aunque esos ingresos no sean suficientes para atender el enorme aparato estatal del reino.

 

¿Es la apuesta saudí un riesgo extremo o una posición visionaria del futuro?

Arabia Saudí podría estar tomando nota de la actuación de otros países que ya han reconocido la posibilidad de que el petróleo sea una materia prima cada vez menos importante. Por ejemplo, la petrolera pública noruega Statoil está produciendo petróleo al mayor ritmo de los últimos años con la intención de venderlo ahora que todavía tiene un precio razonable.

Por otro lado, en la última cumbre climática COP21 en Paris, el mundo reconoció al gas natural como el combustible de transición hacia un escenario de energías renovables para el futuro, aunque ya actualmente es una quinta parte en la matriz energética mundial. En ese marco, los saudíes también quedarían fuera del juego global de la energía al ser cada vez menos utilizado el petróleo especialmente como combustible del transporte.

La pregunta entonces no está ligada a la posibilidad o no del fin del petróleo como combustible preponderante en el futuro, sino a hasta cuándo durará su reinado.

Hoy el 31% de la energía primaria del planeta es generada con petróleo y el gas natural 21%. Según la Agencia Internacional de Energía, en 2040 el petróleo tendrá una participación de 26% y el gas 24%.

Las energías renovables y el gas natural son los actores energéticos del futuro aunque para mitad del siglo aún tengamos una participación de un cuarto de petróleo y bajando.

¿Está Arabia Saudita adelantándose a este futuro?

Al parecer sí.

 

 

(*) El síndrome holandés enfermedad holandesa es el nombre general que se le asigna a las consecuencias dañinas provocadas por un aumento significativo en los ingresos en divisas de un país. El término surge de la década de 1960 cuando los ingresos en divisas de los Países Bajos aumentaron considerablemente a consecuencia del descubrimiento de grandes yacimientos de gas natural en Slochteren, cerca del Mar del Norte. Como resultado del incremento de ingresos de divisas, el florín, la moneda neerlandesa, se apreció, es decir, aumentó su valor perjudicando la competitividad de las exportaciones no petroleras del país.