Es que China crece a un ritmo acelerado y vuelca la mirada a países de América Latina atraída por las materias primas en los rubros de alimentos, minerales y energía, donde diferentes empresas de ese país toman la “punta de lanza”.
LOS TIEMPOS

Entre 2005 y 2015, la inversión extranjera directa bruta de China en nuestro país creció más de 500 veces (de 46 mil dólares a 22,3 millones de dólares). Actualmente, las empresas chinas manejan 23 grandes proyectos estatales por más de 2 mil millones de dólares. Y, sin embargo, según los expertos consultados por este medio, su presencia en Bolivia aún es incipiente con relación a otros países de Latinoamérica.
Entre 2005 y 2014 China prestó a esta región del mundo alrededor de 119 mil millones de dólares y tiene previsto invertir mil millones de dólares más en grandes proyectos de la región. Además, el banco chino anunció el establecimiento de un fondo de inversión de 10.000 millones de dólares para la cooperación bilateral en la región. Del otro lado, las importaciones chinas de materia prima latinoamericana se triplicaron en ese tiempo.
Es que China crece a un ritmo acelerado y vuelca la mirada a países de América Latina atraída por las materias primas en los rubros de alimentos, minerales y energía, donde diferentes empresas de ese país toman la “punta de lanza”.
A esa conclusión llegan estudios y analistas consultados por este medio, quienes explican que China necesita satisfacer su industria con la adquisición de materia prima a bajo costo haciéndose cargo de proyectos estratégicos en al menos seis países latinoamericanos. La infraestructura carretera, los minerales, la energía y los alimentos son los principales rubros en los que se interesa.
Los países con los que sostiene relaciones comerciales son Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, Brasil y Chile (tras un acuerdo sobre el manejo de la moneda china en ese país).
Según el director del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), Marco Gandarillas, la presencia china en Latinoamérica responde al interés por expandir su industria y acceder a "materia prima barata". 
Para el investigador y expresidente de la Comibol, Héctor Córdova, hay una "voracidad china" que es causada por el crecimiento "vertiginoso" de su sector urbano. Eso causa, a su vez, un crecimiento de consumo que debe ser cubierto con la expansión de sus empresas en países productores de materia prima en América Latina.  
El exembajador de Bolivia ante China, Mario Boero, señala que China sienta presencia de sus empresas en la región para evitar tener capitales, personas y profesionales sin actividad.  
En tanto, el exembajador de Bolivia ante China, Carlos Börth, manifiesta que el crecimiento promedio anual de ese país asiático alcanza el 10 por ciento, lo que le obliga a expandir su industria.
Córdoba explica que entre 2005 y 2014 China prestó a América Latina, alrededor de 119 mil millones de dólares y tiene previsto invertir mil millones de dólares en grandes proyectos de la región.
"En septiembre de 2015, el Banco Chino anunció el establecimiento de un fondo de inversión de 10 mil millones de dólares para la cooperación bilateral en la región en ámbitos de alta tecnología, energía, minería e infraestructura", añade.
Estrategia geopolítica
Gandarillas indica que la inversión china y la presencia de las empresas de ese país en Bolivia y otros responde a una "estrategia" geopolítica, económica y de comercio.
Según la investigación de Córdova, en Perú, China se convirtió en líder en el ámbito minero, y sus empresas abarcan el 30 por ciento de la cartera total de inversiones.
En Brasil, compró acciones de las empresas petroleras por más de 12 mil millones de dólares, tiene 35 acuerdos de cooperación por 50 mil millones de dólares y construirá el tren bioceánico por 30 mil millones de dólares.
En Argentina, adquirió acciones de empresas petroleras por 11 mil millones de dólares; invirtió en el ferrocarril Belgrano 2.100 millones y construye represas por 4 mil millones de dólares. En Ecuador, en los últimos cinco años, China otorgó préstamos por más de 11 mil millones de dólares.
Con Chile, en mayo de 2015, firmó un memorando de entendimiento para propiciar las condiciones que faciliten el uso de la moneda china.
Según el especialista en Relaciones Económicas Internacionales, Alfonso  Mansilla, en un futuro China tiene interés en establecer fábricas en América Latina porque los costos de producción en ese país se elevan  poco a poco.
China  en Bolivia   
El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) explica, con datos del Banco Central (BCB), que la inversión extranjera directa bruta desde China creció casi 500 veces entre 2005 y 2014, de 46 mil dólares a 22,3 millones. Al primer semestre de 2015, la Inversión Extranjera Directa (IED) bruta de China representaba el 64 por ciento del total de 2014.
Pese a estas cifras, para analistas y exembajadores la presencia de empresas chinas en Bolivia aún es mínima comparada con otros países latinoamericanos, donde prácticamente el 30 por ciento de la cartera total de inversiones proviene de China, como Perú.
"La presencia China en Bolivia es insignificante a lado de otros países latinoamericanos. Perú, Ecuador, Venezuela, Argentina, Chile, Brasil se llevan la flor en la presencia China", indica Córdoba. 
 
ADVIERTEN QUE NO HAY COMPETENCIA Y QUE LAS EMPRESAS CHINAS SE RESPALDAN EN CRÉDITOS
Grandes créditos chinos, el anzuelo para la adjudicación de obras clave
Un jugoso crédito del Gobierno chino es el anzuelo para que los países de América Latina terminen aceptando la condición de que sea una empresa de ese país la que se adjudique los proyectos clave. Así, la competencia con firmas de otros países del mundo es prácticamente nula, advierten la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y el director de Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), Marco Gandarillas.
"Acá no hay ninguna competencia. Las empresas chinas vienen con inversiones chinas a ejecutar obras de interés del Estado chino. Lo que hay es una estrategia geopolítica", señala Gandarillas.
Por su parte, el gerente de Cadecocruz, Javier Arce, advierte que los créditos que otorga China a Bolivia están condicionados a ser ejecutados por empresas, mano de obra y maquinaria china.
El gerente señala que las licitaciones públicas aseguran tecnología y calidad para la obra, pero esto no ocurre cuando se elimina a la competencia.
El Gobierno de Evo Morales en sus 10 años de gestión adjudicó obras por contratación directa con el 63 por ciento del total de recursos para obras públicas (375 mil millones de bolivianos), mientras que el dinero de proyectos adjudicados por licitación pública apenas supera el 11 por ciento, según datos extraídos del portal del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes).
Arce explica que las condiciones que el mismo Gobierno boliviano impone en las convocatorias para la adjudicación de proyectos se convirtieron en obstáculos para el sector empresarial nacional que al final ejecuta los proyectos en calidad de subcontratados.     
"Los prestamos están sujetos al manejo de las empresas, dirigido  y supervisado, por ejemplo en carreteras. ¿Quiénes les van a construir a los chinos? Les prestan la plata (al Gobierno boliviano), hacen la inversión, vienen las empresas chinas y desarrollan toda la labor con préstamos que el Gobierno chino le hace a Bolivia", afirma, por su parte, el exembajador de Bolivia ante la República Popular de China Mario Boero.
El exembajador indica que, de la misma manera, varias firmas chinas están presentes en Brasil, Perú, Venezuela y varios países más en América Latina.
"Están cada día con más posibilidades de mejorar esas ofertas. No hay muy buena reputación todavía, pero eso es un proceso de conversión de la calidad y del control de la calidad", manifiesta.
 
ANÁLISIS: JIMENA LEÓN, JEFA DE UNIDAD ESTADÍSTICA DEL IBCE
China triplica sus importaciones de América Latina
En los últimos años, la República Popular de China (segunda economía del mundo desde 2009 debido a su crecimiento promedio de 10 por ciento entre 2006 y 2015) ha sentado más presencia en América Latina por su gran demanda de materias primas y alimentos. En contrapartida, Latinoamérica demanda manufacturas y China aprovecha para vender sus productos.
Otra razón por la que se siente la presencia china es por su aumento de flujo de inversión en América Latina. Para el caso de Bolivia, de acuerdo a datos del Banco Central (BCB), la inversión extranjera directa bruta desde China se ha multiplicado, registrando un estrepitoso crecimiento de casi 500 veces entre 2005 y 2014. Si para 2005 la inversión bruta de China en el país era de 46 mil dólares, en 2014 ascendió a 22,3 millones. Al primer semestre de 2015, la IED bruta de China era el 64 por ciento del total de 2014.
Las importaciones chinas desde América Latina y el Caribe entre 2006 y 2014 se triplicaron y estuvieron concentradas sobre todo en materias primas. Los principales productos de importación son: soya, aceites de petróleo o de minerales bituminosos, minerales de hierro y cobre, entre otros. Por su parte, Bolivia, que presenta una estructura económica basada en productos tradicionales (hidrocarburos y minerales), resulta atractiva para un país cuya necesidad de estos productos es amplia, especialmente cobre, zinc y hierro. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), del total exportado a China en 2015 (466 millones de dólares), 312 millones eran por minerales (67 por ciento).
Entre los sectores que se concentra la inversión china en América Latina están la minería, petróleo, construcción, infraestructura e iniciándose en manufacturas. América Latina es un mercado creciente con economías emergentes, lo que despierta el interés chino.


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