Sólo el 20 por ciento del petróleo mexicano es utilizado por la industria petroquímica para generar otros productos.
Fuente: Cronica
  
Al cumplir hoy 78 años la expropiación petrolera en México, todavía el 80% del petróleo crudo se usa para producir combustibles y energía eléctrica. Sólo el 20% es utilizado por la industria petroquímica para elaborar plásticos, textiles, herbicidas y fertilizantes, entre otros productos de mayor valor agregado. Debido a que se trata de un recurso no renovable y frente a un contexto económico de bajos precios del hidrocarburo, científicos de todo el mundo, incluyendo un robusto grupo mexicano, investigan nuevos usos del crudo para que su riqueza molecular no sólo se queme. Algunas de las líneas de investigación más novedosas incluyen la creación de polímeros o plásticos sensibles a la luz y otros biodegradables, así como gas más eficiente para combustión y la obtención de materia prima para cientos de productos petroquímicos. Así lo comentó en entrevista con Crónica, el director de Investigación en Transformación de Hidrocarburos, del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), Florentino Murrieta Guevara.

“Una fracción, del orden de 20% se va a la elaboración de productos petroquímicos, donde realmente hay un boom en la comunidad internacional derivado sobre todo de proyectos de Shale Gas (variante del petróleo que puede usarse como materia prima para productos petroquímicos con un costo muy competitivo)”, explica el ingeniero químico, con maestría en ingeniería de proyectos. “Otra gran área de desarrollo que se está haciendo es en el área de polímeros. Hay procesos actualmente muy novedosos que, haciendo una ruta que no pasa por la producción de combustibles tradicionales, se orientan hacia la obtención de productos poliméricos fotosensibles y biodegradables”, dice el directivo del IMP.

PLÁSTICOS AMIGABLES. Aunque existe el prejuicio de que todos los plásticos derivados del petróleo son dañinos para el medio ambiente, en realidad algunas de sus variantes y usos resultan mucho más amables que otros materiales, por ejemplo, el uso de plásticos y polímeros con alta resistencia mecánica para la construcción e incluso en dispositivos biomédicos para la traumatología, odontología y diferentes cirugías. Los plásticos o polímeros sensibles a la luz (fotosensibles) pueden alcanzar un alto valor porque sus características físicas les permiten almacenar grandes volúmenes de información, superando a los CD y Blue Ray. En México hay científicos que trabajan en el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA-Conacyt) y en el Centro de Investigación en Óptica (CIO-Conacyt), que estudian una serie de polímeros fotosensibles (azopolímeros) que permiten grabar información digital en volumen.

El grabado en volumen se lleva a cabo en la parte interna del disco y no en la superficie como ocurre en el CD (compact disc), DVD (digital versatile disc) y Blu ray, que son los dispositivos que actualmente se usan para guardar información en forma digital. Así, es posible grabar en un sólo disco varias capas de información, superando en mucho la capacidad del CD, DVD y Blu ray. Este nuevo conocimiento adquiere gran valor ante el acelerado incremento en el volumen de información que hay que almacenar, procesar y transferir, y de como muchos equipos y dispositivos de cómputo se han vuelto obsoletos en poco tiempo por sus limitaciones para llevar a cabo estos procesos.

APROVECHARLO TODO. La cantidad de científicos que trabaja en todo el mundo para mejorar la extracción y procesamiento de petróleo es de muy grande y en México uno de los grupos más importantes está en el IMP donde hay líneas de investigación de frontera, por ejemplo una de ellas es aprovechar una parte del petróleo a la que no se le daba mucha importancia por tener una estructura molecular muy complicada, que es el Aceite Cíclico Ligero (ACL). “Es una fracción del petróleo que se obtiene en el proceso de refinación y tiene compuestos altamente contaminantes, un peso molecular muy elevado y alto contenido de compuestos aromáticos. Entonces, el IMP está desarrollando una tecnología para que a partir de esta fracción del petróleo nosotros podamos producir Benceno Tolueno Xileno (BTX) que es un insumo altamente rentable para la industria petroquímica”, continúa explicando el director de Investigación en Transformación de Hidrocarburos, del IMP. Ese es uno de los proyectos a los que está apostando el IMP para que una fracción o corriente del petróleo que tiene poco valor y es problemática sirva para generar productos que generen alto valor y de alto impacto económico. Existen otras investigaciones científicas y tecnológicas mexicanas originales a nivel mundial, para mejorar y hacer eficiente la extracción.

El IMP investiga todas las fases de la obtención y aprovechamiento del petróleo; desde geología, geofísica, catálisis, ingeniería de procesos, petroquímica, entre otras. “Hay casos de éxito como una herramienta que se llama Venturi que ya ha sido aplicada en más de 500 pozos para evitar el decaimiento natural de la producción de aceite en esos pozos al realizar un mejor manejo de la energía del pozo, de tal manera que se coloca esta herramienta que es un tuvo Venturi, colocado al fondo del pozo y permite manejar un mejor flujo gas-aceite y evita columnas de presión de gas que poco a poco van inhibiendo la producción de crudo. Esto ha cambiado la vida de los pozos y ha aumentado la vida de los pozos en un promedio de 15%”, explica Murrieta Guevara, antes de decir que es tecnología 100% IMP. “Tenemos también un producto químico que nos permite mejorar el factor de recuperación de hidrocarburos. Está basado en química supramolecular, con herramientas de microscopía electrónica.

Este producto se inyecta en un pozo y cambia la ‘mojabilidad’ del sistema roca-aceite y de manera natural comienza a fluir mayor cantidad de aceite. Estas son investigaciones aplicadas y en todos los casos buscan generar mejor valor del petróleo con que contamos”, concluye el directivo del IMP.