El precio del fluido importado desde la nación gobernada por Evo Morales bajó un 47,5% interanual, desde los u$s 10,30 por millón de BTU que costaba en septiembre de 2014 hasta los actuales u$s 5,40. Para Brasil, el abaratamiento fue de un 34,5%, desde u$s 8,70 hasta u$s 5,70.
Fuente: Petroquimica
   
El descenso en el precio internacional del barril de petróleo y su impacto en el valor del gas natural significó en 2015 un alivio para la balanza comercial argentina, que vio disminuidos los egresos vinculados con la importación de combustibles fósiles. En el caso específico de la compra de gas a Bolivia, el país pagó casi un 50% menos que en 2014. Según datos divulgados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), en septiembre del año pasado la Argentina abonó u$s 10,30 por cada millón de unidades térmicas británicas (BTU, por sus siglas en inglés) importado desde Bolivia. Actualmente, en cambio, el costo se sitúa en sólo u$s 5,40. En otras palabras, el país está pagando un 47,5% menos. Brasil también se benefició con la baja de la cotización del fluido extraído en el Altiplano, aunque no tanto como la Argentina, ya que en 2014 desembolsaba unos u$s 8,70 por millón de BTU, mientras que hoy eroga u$s 5,70 por ese mismo volumen (un 34,5% menos).

A decir del ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Álvaro Ríos, el mercado argentino está perdiendo atractivo para su país. “Recordemos que en 2012 la Argentina nos pagaba u$s 11,20 por millón de BTU, y que el precio se mantuvo por encima de los u$s 10 en 2013 y 2014”, puntualizó. Según sus palabras, el contrato con el mercado nacional era más conveniente que el brasileño. “El valor del millón de BTU era comparativamente mayor en alrededor de u$s 1, gracias a una muy buena negociación que incluyó el precio del diesel oil en la fórmula. Hoy, el escenario es muy distinto”, se lamentó. Debe destacarse que los precios de venta del gas boliviano se actualizan cada tres meses. El acuerdo con la Argentina contempla las cotizaciones del fuel oil y el diesel oil correspondientes al semestre anterior al trimestre de aplicación, mientras que el pacto con Brasil considera los valores del trimestre anterior al de la instrumentación de la fórmula. De cara al futuro cercano, diversos analistas creen que durante los próximos trimestres la tasación del recurso oscilará en torno a los u$s 5 por millón de BTU tanto para el mercado argentino como para el brasileño.
 
Mayor disponibilidad
 
Durante la última temporada invernal, la Argentina y Brasil incrementaron sus importaciones gasíferas desde Bolivia. Según YPFB, en el transcurso del mes de mayo el mercado argentino demandó unos 17,6 millones de metros cúbicos (m³) por día, frente a los 17 millones que –en promedio– compró el año pasado durante ese mismo mes. De acuerdo con Cristian Inchauste, gerente general de YPFB Transporte, el país del Altiplano ya está en condiciones de añadir otros 3 millones de m³ diarios a ese volumen. “Contamos con un nivel de infraestructura suficiente para enviar sin dificultades hasta 20,7 millones de m³ por día. Y si sumamos la estación de compresión de Yacuiba-Campo Grande, nuestra capacidad trepa hasta los 30 millones”, puntualizó. A su entender, la logística no representa un problema para Bolivia, sino que el “cuello de botella” se encuentra del lado argentino.

“Por ahora, el sistema de Transportadora del Gas del Norte (TGN) posee un tope de 21 millones de m³ por día. No obstante, hay licitaciones en marcha para expandir esa capacidad de transporte próximamente”, indicó. Brasil, por su parte, compró en mayo cerca de 32 millones de m³ diarios de gas natural boliviano; o sea, alrededor de 2 millones más en la comparación interanual. “Tampoco tendríamos inconvenientes a la hora de ampliar el suministro al mercado brasileño. Si se incluyera el combustible que somos capaces de inyectar a la termoeléctrica Mario Covas de Cuiabá, nuestros despachos a ese país podrían subir hasta los 34 millones de m³ por día”, detalló Inchauste. Vale destacar que la nación gobernada por Evo Morales apenas requiere una sexta parte de los 60 millones de m³ que produce diariamente.
 
Futuro asegurado
 
Mientras impulsa el desarrollo a gran escala del shale gas de Vaca Muerta, la Argentina sabe que podrá contar con el aporte gasífero de Bolivia durante la próxima década. Así se desprende de la última certificación de reservas llevada a cabo en el país vecino. Encargado por YPFB, el relevamiento fue realizado por la empresa canadiense GLJ, la cual cuantificó en 10,45 de trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés) el total de existencias gasíferas probadas en suelo boliviano. La cifra representa un incremento de 0,53 TCF en relación con los 9,92 TCF relevados por la agencia Ryder Scott a fines de 2009.

El anuncio fue hecho público por el presidente Evo Morales. “Tenemos garantizadas nuestras reservas de gas natural hasta 2025, tanto para el mercado interno como para los mercados de la exportación y la industrialización”, sostuvo el mandatario. Según los viejos datos de Ryder Scott, Bolivia disponía de 209,81 millones de barriles de reservas probadas de petróleo (con 98,22 millones probables y 192,22 millones posibles) y de 9,92 TCF de existencias probadas de gas natural (con 3,71 TCF probables y 6,27 TCF posibles). El sondeo de GLJ certificó la presencia de 211,45 millones de barriles de reservas probadas de crudo (con 72,25 millones probables y 80,37 millones posibles) y 10,45 TCF de existencias probadas de gas (con 3,5 TCF probables y 4,15 TCF posibles).