Dos mercados internacionales, un mercado interno que crece, proyectos de industrialización en carpeta y amplios propósitos para seguir avanzando en el camino del gas natural.
Los emprendimientos nacionales ciertamente son apuntalados por la venta de nuestras materias primas, y por otro lado, por las decisiones gubernamentales de impulsar proyectos de gran tamaño que puede generar un impacto positivo en el accionar económico del país.
La producción de fertilizantes y los productos petroquímicos son retos nuevos para el país, y así como es importante marcar un hito con su puesta en marcha, también es vital hacer sostenible estos proyectos a lo largo de varias décadas.
Inicialmente, a la cabeza de YPFB, se necesita implementar un plan de exploración intensivo para la búsqueda de hidrocarburos que den certeza y hagan sostenible la producción para los mercados actuales y para estos proyectos.
Nuestro país está construyendo un tercer piso en su industria del gas, y los vientos son favorables para hacerlo. Debemos unir esfuerzos; tanto públicos como privados, para que el “edificio del gas” finalmente tenga el acabado que se planeó y los contratiempos sean manejables.
Desde la década de los 70´s Bolivia comenzó a ser exportadora de gas, posteriormente se dio un salto de modernización y capacidad de producción de 10 a 40 MMmcd y hoy tenemos un sector que produce 50% más de gas natural que hace una década (62 MMmcd). Eso quiere decir que estamos ante grandes retos que al mismo tiempo generan nuevos retos y, ante una oportunidad que no puede generar decepciones, sino más bien la multiplicación del éxito.
Opinión de la presidenta de la CBHE Claudia Cronenbold, en la edición Nº 93 septiembre – octubre 2014