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El Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem) ha gestado hasta la fecha 11 industrias, de las cuales cinco están operando exitosamente y generando dividendos y el resto están en diferentes etapas de desarrollo, explicó su gerente general, Patricia Ballivián.
La Estrella del Oriente.- El Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem) ha gestado hasta la fecha 11 industrias, de las cuales cinco están operando exitosamente y generando dividendos y el resto están en diferentes etapas de desarrollo, explicó su gerente general, Patricia Ballivián. “Las cinco empresas que están en pleno funcionamiento son: la Empresa Boliviana de Almendras y Derivados (Eba), Lácteosbol, Cartonbol, Papelbol y Promiel”, dijo.

Ballivián manifestó que las cinco empresas ya generaron utilidades para el Estado. Eba está a la cabeza y en la gestión 2014 de los once millones de bolivianos que generó, uno fue destinado para el pago del bono Juancito Pinto. Indicó que Lácteosbol cerró gestión con tres millones de bolivianos.

La Empresa Boliviana de Almendras y Derivados (Eba) es la más conocida, sin embargo, las otras se están consolidando. Por ejemplo, Lacteosbol inició con su planta de productos lácteos en Invirgarzama en el mes de noviembre de 2009 y la planta de cítricos de Villa 14 de Septiembre inició operaciones durante el mes de abril de 2010. El año 2011 inauguraron las plantas de lácteos de Achacachi, Challapata y la planta de lácteos de San Lorenzo (Tarija).

La planta de Caranavi en La Paz inició actividades a inicios del 2014. Lácteosbol ya recibió el Premio Nacional a la Calidad Ibnorca 2014 por ser una empresa que cumple con los estándares internacionales de calidad. PAPELBOL PRODUCE CON PAPEL RECICLADO La empresa estatal Papelbol cerró el año 2015 con la política de producir papel en base a material reciclado y no así a pulpa virgen, puesto que para obtener una tonelada de la materia prima tradicional se deben talar unos 20 árboles.

Actualmente la capacidad de producción es de 50 toneladas por día. En una visita a la planta se pudo observar el proceso eficiente de producción con material reciclado. Cartones de las industrias La Papelera y Empacar además de otros desechos son procesados y se obtiene un material de buena calidad.

El objetivo es proveer al mercado nacional productos reciclados que además de favorecer al cuidado del medioambiente disminuirán los gastos de las familias bolivianas. “Este año cerramos con la política de reciclar. Estamos siguiendo todo el proceso para convertir el papel reciclado en papel de escritura, tanto en cuadernos como también en papel de impresión”, detalló Patricia Ballivián.

Al igual que las demás empresas estatales asentadas en el trópico cochabambino y otros departamentos del país, Papelbol genera empleos directos que benefician a las familias de las zonas aledañas a las plantas industriales. En este caso, al menos un 30% de la fuerza laboral corresponde a mujeres que han sido capacitadas y que se desempeñan en diversas funciones al igual que sus colegas varones.

Papelbol pretende liderar el mercado papelero del país, implementando una cultura de calidad y el respeto irrenunciable hacia las normas establecidas de cuidado ambiental. Genera 81 empleos directos y 366 indirectos. PROMIEL PRODUCIRÁ 137 KILOS POR DÍA A tres meses de su inauguración, realizada en septiembre de 2015, la planta de producción apícola de Samuzabety ya es un referente por sus modernas instalaciones y capacidad de producción, además de los espacios destinados a la capacitación.

Esta empresa está en Villa Tunari y ha sido de gran alivio para los productores apícolas puesto que la venta a un precio justo de la miel les permite mejorar su calidad de vida y les genera mayor interés en la producción de este alimento.

Se ha creado grandes expectativas también en la comunidad y sus alrededores puesto que hay un marcado interés en los jóvenes de seguir una carrera apícola. Esta planta ha sido instalada con una inversión mayor a los 41 millones de bolivianos con la meta de producir 250 toneladas al año o 137 kilogramos de miel por día.

En un recorrido realizado por la planta se evidencia el trabajo intenso en las diferentes áreas: en la carpintería y el taller de cera estampada un grupo de trabajadores, procedentes de la misma localidad, trabajan para la construcción de nuevas colmenas. En tanto que en el centro de investigación y formación apícola se puede observar a un grupo de comunarios siendo capacitados en el arte de la producción apícola.

En la planta procesadora, hombres y mujeres beneficiados con fuentes de trabajo procesan la miel que sale al mercado en presentaciones de frascos de 250 gramos y sachets de 10 gramos. La estantería de productos finales está repleta de propóleo procesado (frascos de 30 ml) y polen procesado (frascos de 100 g): todos productos de excelente calidad.