S&P recortó la nota a Chevron por primera vez en tres décadas, y advirtió que Exxon podría ser la próxima. El crudo ha caído 30% en los últimos 3 meses. Exxon Mobil y BP fueron las últimas víctimas de la caída de los precios del petróleo.
TNS LATAM

Ambas petroleras reportaron ayer resultados mucho más débiles que los esperados para el cuarto trimestre. Las ganancias de la estadounidense Exxon Mobil cayeron 58% hasta US$2.780 millones, el peor resultado para la petrolera desde el tercer trimestre de 2002. En tanto, la británica BP informó pérdidas por US$3.307 millones, en comparación con la pérdida de US$44.077 millones del mismo trimestre del año pasado. “Es bastante decepcionante”, dijo a Bloomberg Ahmed Ben Salem, analista de petróleo y gas en Oddo & Cie, en París. “El pago de dividendos probablemente está a salvo por este año, pero si el petróleo sigue cerca de US$30, entonces tendrán que recortar el gasto de capital aún más”, agregó.

El precio del barril de petróleo WTI ha caído 35,80% en los últimos tres meses, cerrando ayer en US$29,95, mientras el Brent ha retrocedido 36,43% en el mismo período, llegando ayer a US$30,54. Todas las petroleras han sentido el impacto por este desplome. PetroChina dijo la semana pasada que espera que sus ganancias para 2015 hayan caído por lo menos 60%. Chevron el viernes informó su primera pérdida desde 2002, mientras Royal Dutch Shell dijo el mes pasado que sus ganancias trimestrales probablemente cayeron 42%. Resultados S&P500 De las 40 petroleras en el índice S&P500, 15 han entregado sus resultados para el cuarto trimestre de 2015, y estos han caído 64,5% versus el mismo trimestre del año anterior, transformándose en el sector de peor desempeño. Ayer la agencia de calificación Standard & Poor’s recortó la nota a Chevron por primera vez en casi tres décadas, la mayor petrolera estadounidense en enfrentar un recorte en medio del peor colapso en los precios en una generación. Así, su nota pasó desde AA- hasta AA.

La agencia advirtió que Exxon Mobil podría ser la próxima. Esta semana, la agencia ya había recortado la nota a Royal Dutch Shell. Las acciones de Royal Dutch Shell han caído 9,55% en lo que va del año y la empresa dará a conocer mañana sus resultados para el cuarto trimestre de 2015. Exxon, una de las tres empresas estadounidenses con la máxima nota, quedó sujeta a revisión con implicancias negativas, de acuerdo con el comunicado de la agencia. Citando expectativas de que las mediciones crediticias de Exxon se mantengan débiles hasta 2018, S&P dijo que decidirá si recortarle o no la nota a la empresa dentro de 90 días. Para la mayoría de la industria, recortar los presupuestos de perforación y otros recortes no es suficiente para frenar “el significativo deterioro esperado en las mediciones crediticias durante los próximos años”, dijo S&P en su comunicado. Los recortes eran esperados por los ejecutivos de la industria, dado que la caída del precio del petróleo las ha llevado a enfrentar problemas de efectivo necesario para financiar las exploraciones y pagar dividendos y servicios de deuda.

Pérdida de valor en bolsa Ante este panorama, las empresas del sector han perdido terreno en la bolsa. Exxon Mobil retrocedió al sexto lugar entre las empresas de mayor valor bursátil del mundo desde el segundo que ocupaba hace apenas un año, pasando de una capitalización bursátil de US$379 mil millones a US$307 mil millones. Entre las petroleras que más valor han perdido en bolsa está BP, que ayer tenía una capitalización de US$ 88 mil millones, en comparación con los US$119 mil millones de hace un año. Pero no es la única. Chevron cayó a US$155 mil millones, desde los US$200 mil millones de hace un año y Royal Dutch Shell pasó a US$132 mil millones desde US$200 mil millones un año antes.

El fuerte descenso del precio del barril y las provisiones asociadas por depreciación de activos y reestructuración del negocio empujan a pérdidas a BP y Repsol. El beneficio de Exxon, Chevron, Shell y Total se desploma. El desplome del 70% del precio del barril de crudo desde mitad de 2014 ha provocado un terremoto en las cuentas de la industria petrolera, que está registrando fuertes descensos del beneficio, e incluso pérdidas históricas, y anunciando venta de activos y drásticas medidas de reducción de costes y de inversiones para amortiguar el golpe. El exceso de oferta provocado por la elevada producción de hidrocarburos no convencionales (shale gas) en EEUU, el frenazo de la economía china, y la decisión de los países de la OPEP de no recortar la producción para elevar el precio han empujado el barril al entorno de los 30 dólares, marcando mínimos desde 2003.

Este descenso, unido a las provisiones para depreciar activos y yacimientos, más las cargas de reestructuración, han impactado con fuerza en las cuentas de las petroleras que, además, se enfrentan a la rebaja de sus respectivos ráting por parte de las agencias de calificación. Exxon Mobil Exxon Mobil, la mayor empresa del sector por capitalización, anunció el martes una caída del beneficio neto del 50% en 2015, y entre octubre y diciembre ganó 2.780 millones, la cifra trimestral más baja desde 2002. Aun así, su fortaleza en el negocio de refino y márketing, que se beneficia al proveerse de un crudo más barato y de una demanda creciente, a diferencia del negocio de exploración y producción (upstream), cuyos ingresos caen al ritmo del descenso del barril, le han permitido salvar los muebles frente a otros rivales. No obstante, Exxon reducirá un 25% sus inversiones en 2016. Mucho peor le fue a la británica BP, que registró las mayores pérdidas de su historia el año pasado (6.482 millones de dólares), debido, en parte, a la depreciación de activos en el Mar del Norte y a las provisiones por problemas en Angola y la reestructuración.

La compañía, que se ha comprometido a mantener el dividendo, a pesar de las dudas de algunos analistas, recortará 7.000 empleos hasta finales de 2017, un 9% de su plantilla. La estadounidense Chevron, segunda del sector en EEUU por detrás de Exxon, lo pasó especialmente mal en el cuarto trimestre del año, cuando registró sus primeras pérdidas trimestrales desde 2002 (588 millones de dólares), tras provisionar 1.100 millones por la depreciación de varios yacimientos de petróleo y gas. En todo el año, Chevron ganó 4.587 millones de dólares, un 76% menos. Repsol La española Repsol registrará las primeras pérdidas de su historia en 2015 al provisionar 2.900 millones de euros para cubrir el deterioro del valor de algunos activos por el descenso del crudo. La compañía prevé unas pérdidas netas de 1.200 millones de euros, aunque recalca que sin los atípicos negativos, el beneficio ajustado subiría un 8% en 2015, hasta 1.850 millones. Otras dos grandes petroleras como la angloholandesa Shell y la francesa Total también esperan un fuerte descenso del beneficio.

A falta de datos oficiales, Shell señaló que su beneficio ajustado, que excluye los extraordinarios, bajó un 50% el año pasado, aunque, en términos netos, los analistas consultados por Bloomberg esperan que la caída sea del 64%. Por su parte, Total prevé que su beneficio neto ajustado baje un 20%, un descenso que el grupo considera amortiguado gracias a la buena marcha de sus negocios de refino y plásticos. Incertidumbre Lo más inquietante para el sector es que el barril, que tuvo un precio medio de 45 dólares en el cuarto trimestre de 2015, ha seguido cayendo con fuerza a comienzos de 2016, y los analistas no prevén que recupere esos 45 dólares hasta finales de año, lo que augura un ejercicio muy duro. Las petroleras luchan por mantener su ráting y detener el castigo en Bolsa.