Los analistas discrepan sobre el atractivo del sector petrolero, pero coinciden en que el barril no se irá lejos de los niveles actuales comentarios.
TNS LATAM
  
La OPEP y Rusia se reúnen: ¿darán un nuevo impulso al crudo y las petroleras? La OPEP y Rusia se reúnen: ¿darán un nuevo impulso al crudo y las petroleras? La reunión informal de los países de la OPEP más Rusia con objeto de idear medidas para estabilizar el precio del crudo ha generado unas discretas expectativas, sobre todo después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, avisara de la cercanía de un acuerdo para conseguirlo. Con ello, el precio del barril ha vivido una semana de recuperación a la espera de la cita del miércoles en Argelia. Como señala Diego Jiménez Albarracín, de Deutsche Bank, «últimamente, siempre que se acerca una reunión de productores, los que más están sufriendo con los precios bajos piden e incluso vaticinan una caída en la producción». Ahora es Venezuela. Otras veces, Rusia. La Agencia Internacional de la Energía ha actuado de aliada al avisar de que el equilibrio entre oferta y demanda tardará más de lo previsto.
 
Aunque la historia reciente de este tipo de reuniones está llena de citas en las que sólo se decide posponer el acuerdo (Arabia Saudí ha manifestado que en esta ocasión también será así, lo que produjo una caída del crudo el viernes), el mercado ha mostrado cierta esperanza en que se haga algo para sostener al crudo al menos en estos niveles. De ello puede depender la conservación de la rentabilidad que los inversores acumulan en ETF's, fondos o las petroleras. También se podría esperar, si finalmente se congela la producción, que el crudo registre un nuevo tirón alcista.
 
¿Habrá acuerdo?
 
Pero es mejor no hacerse ilusiones. Jiménez Albarracín no ve probable que se apruebe ninguna medida concreta para reducir las cuotas de producción ni de la OPEP ni de los países no miembros. Daniel Lacalle, de Tressis, añade: «Que haya acuerdo o no lo haya es irrelevante, porque los miembros de la OPEP siempre se saltan las cuotas». Además, en su opinión, cualquier arreglo de la OPEP tiene poco alcance, en su opinión, dado que la suya sólo representa un tercio de la producción global de petróleo. Y, en todo caso, la posición de Irán (no quiere recortar producción, sino recuperar los niveles previos a las sanciones) es un punto adicional contra el acuerdo. Lacalle argumenta también que el exceso de oferta no es coyuntural, sino estructural, dado que la causa está en la erosión de la demanda potencial. Así, no es muy acertado esperar un impulso adicional del crudo a partir del día 28, sea cual sea el resultado.
 
Norbert Rücker, de Julius Baer, sintetiza: «Las petro-naciones mantienen su discusión sobre la congelación de la producción con la próxima reunión de Argelia, pero sólo es ruido que debería ignorarse». Y añade: «Los países productores deben tener cuidado con lo que desean: el 'shale gas' americano se alegraría de la llegada de un acuerdo y respondería a la subida de los precios elevando la actividad y la producción». Nitesh Shah, de ETF_Securities, comenta que la congelación de la producción de los países de la OPEP en niveles elevados (los grandes países producen al máximo de su capacidad) no será lo que ayude al mercado a alcanzar su equilibrio, sino que la continua reducción de la producción en los países no-OPEP será el principal catalizador para bajar la oferta global. Mientras, la demanda debería continuar respondiendo a precios más bajos y, por lo tanto, crecer.
 
¿Qué hará el petróleo?
 
¿Cómo reaccionará el precio del petróleo a la reunión? Tomás García-Purriños, de Morabanc AM, comenta que si bien es difícil que la reunión finalice con un acuerdo estable, el tono que emplearán los diferentes países en sus comunicaciones con los medios mostrará una mayor disposición a alcanzar acuerdos en el futuro, lo que podría pesar positivamente sobre los precios, aunque a corto plazo veamos descensos. Desde un punto de vista técnico, comenta García-Purriños, la pérdida de los 43 dólares en el Brent sería preocupante, aunque sólo la cesión de los 37 dólares haría pensar en la posibilidad de volver a los mínimos. De acuerdo con su modelo, el objetivo para 2016 se encuentra en el entorno de los 55 dólares el barril.
 
Nitesh Shah, por su parte, afirma que dado que la OPEP está produciendo prácticamente al límite de su capacidad, Estados Unidos será quien marque la pauta del precio, dado que su industria petrolera tiene la habilidad de encender y apagar rápidamente su maquinaria de 'shale oil' respondiendo al precio del crudo: por debajo de los 40 dólares, que es la frontera que marca producir con pérdidas o con beneficios, reducirá la producción y se producirá una bajada de la oferta, que aguantará los precios. Por eso, Shah cree que el suelo del del barril está en los 40 dólares y establece su techo en los 55 dólares, lo que marca una buena horquilla para el 'trading'. Lacalle establece la oscilación a entre los 40 y los 50 dólares, niveles en los que se ha estado moviendo en los últimos meses, porque son precios a los que los productores se sienten cómodos en relación con sus costes de extracción.
 
Mientras, Jiménez Albarracín cree que la volatilidad seguirá presente porque si bien EE.UU. rebaja producción, Arabia Saudí o Libia pueden decidir aumentos. Este experto no cree que el mercado se estabilice hasta 2018.
 
En las ecuaciones para realizar estas previsiones habría que añadir otra variable y es que la Reserva Federal ha propuesto que los bancos tengan más reservas para sostener sus inversiones físicas en materias primas.
 
¿Qué debe hacer el inversor?
 
Daniel Lacalle opina que ya hay que vender: «La exposición al rebote ya está agotada. Además, en un entorno global de inflación baja, riesgos en China, ralentización económica, la inversión en petróleo lo tiene todo en contra. Quien haya logrado sacar partido del rebote desde mínimos, muy bien, pero ya no hay potencial».
 
A quien, con todo y con eso, quiera jugar el posible camino que pueda recorrer el barril hasta los 50 dólares, García-Purriños le dice: «No parece interesante tomar posiciones directamente sobre activos que repliquen el precio del petróleo a través de futuros». A cambio, añade: «Posiblemente la mejor forma de aprovechar un repunte del crudo sea a través de una inversión diversificada en petroleras cotizadas, a través de un ETF o de varias petroleras integradas».
 
Para Jiménez Albarracín, si se reduce o se recorta la producción, las compañías que más lo celebrarían serían las de menor diversificación, tanto por la mínima o nula exposición a gas natural o minerales, como las que menor o nula actividad de refino y distribución tengan. En definitiva, las productoras puras, principalmente las americanas especializadas en 'shale oil'.
 
Daniel Lacalle no tiene buena opinión del sector petrolero y la explica: «El problema no ha sido el precio del crudo, sino la destrucción de valor en la que han incurrido vía inversiones. Décadas de malas inversiones no se resuelven en un par de años». Las únicas compañías con las que se quedaría serían Exxon y alguna de servicios, como Schlumberger.
 
Pero Goldman Sachs cree que aunque el crudo no repunte, los beneficios de las empresas sí lo harán, debido a la reducción de sus costes, ya que se han preparado para un mundo con un petróleo más barato.
 
Para Ignacio Cantos, de Atl Capital, con un precio más o menos estable, se podría estar sobre todo en las grandes compañías del sector, dado que ya han reducido las inversiones y pueden mejorar su rentabilidad. Él tiene en cartera a Total, Royal Dutch y también a Repsol. Esta última ha visto mejorar su situación financiera tras la venta del 10% de Gas Natural. Antes de eso ya Citi había elevado su precio objetivo desde los 11 hasta los 12 euros por acción.
 
En general, según los precios objetivos del consenso, los expertos dan potencial a la inmensa mayoría de las petroleras desde los niveles actuales, como puede verse en la tabla sobre estas líneas, pese a que algunas acumulan interesantes avances. Además, cuentan con el atractivo de unas elevadas rentabilidades por dividendo. Pero, desde Gesconsult comentan que, ante la resistencia que el crudo parece haber hallado en los 50 dólares, sólo tomará posiciones con recortes en Repsol, Total o Técnicas Reunidas.