A cargo de la presidenta de la CBHE, Claudia Cronenbold.


“Las nuevas fronteras energéticas y los desafíos de Bolivia en ese contexto”, fue la temática central que nos movió al análisis y la reflexión a lo largo de estas dos jornadas intensas en las que se desarrolló el noveno Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía.

Para ello, contamos con la presencia de las principales autoridades estatales y sectoriales del país, a quienes agradecemos su valiosa participación, y a las que se sumó un grupo de disertantes internacionales de primer nivel, los que posibilitaron un abordaje integral sobre el futuro energético global y regional, y sus efectos directos en Bolivia, un país que se ha propuesto ser el  centro energético regional en un periodo de transición sectorial.

El escenario sobre el cual nos toca interactuar está definido por una caída prolongada de los precios internacionales del petróleo, los nuevos compromisos y metas para la mitigación del cambio climático y una desaceleración económica mundial de lenta recuperación.

En ese marco, la reconfiguración del mercado de petrolero mundial y regional estará determinada por una fase de estabilización de los precios internacionales, los que en la proyección podrían escalar por encima de los 50 dólares por barril.

¿Cómo puede impactar este factor sobre el mercado global y regional de gas natural y de Gas Natural Licuado?

Hemos escuchado que el precio del petróleo seguirá siendo un elemento determinante, principalmente en el valor del Gas Natural Licuado. A esto se debe sumar que el GNL tiene cada vez mayor demanda en América Latina, siendo Brasil el mercado más apetecido.

Bolivia, que ya cuenta con la ventaja inicial de haber sido proveedor confiable de gas natural a lo largo de casi dos décadas al mercado brasileño, se encuentra ante el reto de fortalecer su posición tanto en precio, como en volúmenes y contrato.

Del otro lado, Brasil seguirá siendo un mercado que precise del energético boliviano. Los años por venir serán, entonces, vitales para delinear un futuro contrato de compra-venta de gas natural.

Argentina, el otro mercado de exportación de nuestro gas, seguirá siendo un gran consumidor con un déficit promedio de 50 millones de metros cúbicos diarios.

Con relación a las estrategias de monetización del gas y las oportunidades para Bolivia, el desarrollo de la petroquímica puede aumentar el valor del gas, lo que además viene aparejado a una comercialización en mercados que se caracterizan por ser maduros y estables. La urea, el metanol y la cadena de plásticos pueden alcanzar valores de mercado promedio bastante mayores a los del precio del gas natural.

En este fórum tuvimos también la oportunidad de ser testigos de la presentación primicial del estudio de Interconexión Eléctrica elaborado por la CAF, que confirma la factibilidad técnica y económica de las líneas de transmisión que viabilizarán los proyectos de exportación de energía a Brasil y Argentina.

Sumado a ello, las nuevas políticas estatales, los volúmenes de inversión comprometidos y los ambiciosos proyectos eléctricos por encarar, expuestos con claridad por las principales autoridades del sector, hacen que Bolivia comience a palpitar como nuevo corazón energético de la región. Un anhelo nacional cuyo horizonte podría estar cercano y que permitiría al país gozar de mayores ingresos provenientes del pilar energético.

Por lo expuesto, el principal recurso natural no renovable con el que hoy cuenta el país, constituye un tipo de energía que para los países productores encierra una serie de oportunidades que deben ser aprovechadas de manera estratégica y sostenible.

En el plano medioambiental, el gas es la energía de entre las energías no renovables y las renovables en la matriz energética mundial. Los expertos coinciden en que su rol será clave, durante las siguientes tres o cuatro décadas, hasta que se establezca una adecuada articulación de una política energética sustentable, ya que la mitigación del cambio climático no será posible en un proceso de sustitución de mediano plazo.

Así, junto al desarrollo de energías renovables como la solar o eólica, el gas natural puede contribuir a la disminución de las emisiones de dióxido de carbono y de los riesgos ambientales que, en términos económicos, llegarían a costar alrededor del 1% del Producto Interno Bruto de América Latina. Como buena noticia, vimos que existe apoyo técnico y créditos verdes para financiar estos proyectos de organismos como el Banco Mundial y la CAF.

Como complemento a las interesantes conferencias tuvimos nuestra Expo Energía, en la cual nuestras empresas nacionales e internacionales actuando en el país, nos mostraron sus proyectos, tecnologías y desafíos, sorprendiendo a sus visitantes con creatividad e innovación.

Quiero agradecer una vez más a nuestro Ministro por organizar este Congreso con nosotros y por su apoyo permanente. De la misma forma quiero agradecer a nuestros patrocinadores y en especial al equipo administrativo y ejecutivo de la Cámara que hacen una labor incansable y comprometida con cada detalle de nuestro encuentro. A nuestros Media Partners y por su puesto a todos ustedes que hacen posible el éxito de este evento.