Con el precio del petróleo alcanzando récords este año y la crisis que atraviesa Europa en el suministro de gas a causa de la guerra en Ucrania, la búsqueda de alternativas energéticas más baratas y menos contaminantes se ha acelerado en el mundo.

Por eso, el hidrógeno verde ha ganado protagonismo en proyectos en Brasil y en otros países. Limpio y renovable, se promociona como el combustible del futuro.

El hidrógeno es uno de los elementos más abundantes en la naturaleza. Pero siempre se combina con otras partículas. Con oxígeno forma agua. También puede unirse al carbono, formando gas natural y petróleo. Separado, puro, se convierte en un gas altamente inflamable. ¡En el siglo pasado se utilizó como gas para globos dirigibles!

El hidrógeno tiene tres veces más energía que la gasolina, por ejemplo, y se puede utilizar en la industria, el transporte y la generación de electricidad.

Para ser verde, el hidrógeno debe provenir de una fuente libre de dióxido de carbono, como el agua, y usar energía renovable en la producción, como la solar y la eólica. El resultado es un producto con alta capacidad de almacenamiento de energía y totalmente limpio. Por lo tanto, es visto como un sustituto de los combustibles fósiles.

Fuente: Portal da Band