La reciente adjudicación de dos bloques marítimos en aguas jurisdiccionales uruguayas para exploración de gas y petróleo a la multinacional inglesa de origen holandés Shell, marcó el regreso de la petrolera a nuestro país, después de diez años de ausencia.
Como se recordará, este sello estuvo presente en nuestro territorio durante 86 años, participando del mercado de las Estaciones de Servicio hasta 2005, cuando vendió sus operaciones a la brasilera Petrobras, que luego hiciera lo propio con su paquete accionario a DISA en 2020. Ahora en esta nueva etapa, estará activa pero en el área Upstream, que gestiona la exploración y extracción de petróleo crudo, gas natural y líquidos de gas natural.

FÓSILES HASTA 2050

Al respecto de la presencia de Shell en Uruguay, Alejandro Stipanicic, presidente de ANCAP, dijo a Surtidores que la empresa “líder en energías renovables, y petrolera de clase mundial, acaba de descubrir un yacimiento muy importante en Namibia, en geología igual a la de Uruguay”.

Con respecto a algunas polémicas en torno a si la exploración le era conveniente para el país, en pleno proceso de descarbonización y de energías renovables, señaló que “explorar no va en contra de un futuro renovable porque necesitamos fósiles por lo menos hasta 2050”. “Otros países en los que la preocupación medioambiental es muy importante -como Uruguay- también toman decisiones para sus mercados internos, manteniendo la exploración y producción” afirmó.

COEXISTIR, COMPLEMENTARSE Y COMPETIR

A modo de ejemplo Stipanicic remarcó que el mundo consume “entre 90 y 100 millones de barriles por día”, citando a Australia con una producción de 334.000 barriles por día de petróleo, Dinamarca 64.000, Noruega 1.800.000, Países Bajos 33.000 o EE.UU que produce 11 millones de barriles de petróleo por día.

“Además, otros países de la región también tienen operaciones petroleras como Argentina (507.000 bpd), Brasil (2.9 millones de barriles por día) sin contar además que producen gas natural” agregó con respecto a nuestro continente.

En Uruguay la energía eléctrica representa el 17 por ciento del suministro, pero las energías provenientes del petróleo y el gas natural son el 42 por ciento. “La descarbonización demanda una transición responsable, porque los energéticos fósiles y los renovables tendrán que coexistir, complementarse y competir sin subsidios” concluyó el jerarca.

Fuente: Surtidores