Aunque Petróleos Mexicanos (Pemex) mejoró en el comparativo anual sus resultados del segundo trimestre del año –que ha sido uno de los peores
de la era moderna para casi todas las industrias en el mundo por la caída en la demanda y movilidad, además de crisis en recursos humanos por el Covid-19–, la producción de la petrolera del Estado cayó en julio a 1.595 millones de barriles diarios, su extracción más baja desde 1979, lo que de nuevo provocó cuestionamientos sobre la factibilidad del rescate que pretende la actual administración.

A pesar de que en la primera mitad del año hubo mejores resultados que en el 2019, al llegar a julio la producción petrolera de la estatal cayó 0.6% en un mes, luego de una extracción 10,000 barriles diarios inferior a la que tuvo en junio pasado. En comparación con mayo, la producción de Pemex con socios fue 38,000 barriles inferior y cabe recordar que durante mayo y junio el gobierno federal comprometió un recorte de 100,000 barriles diarios ante los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y países petroleros no afiliados (OPEP+) para aumentar los precios internacionales, recorte que la secretaría de Energía, Rocío Nahle, se negó a continuar en julio.

El último reporte de producción de Pemex con socios indica que en comparación abril Pemex dejó de producir 108,000 barriles por día al llegar a julio. En el comparativo anual, la producción de crudo de Pemex y sus socios se redujo en 4.5% luego de que en comparación con el mismo mes del 2019 la extracción de la petrolera muestra una declinación de 76,000 barriles diarios. La última vez que se observó un nivel tan bajo de producción de crudo fue en octubre de 1979, antes del arranque del boom petrolero del país con la producción de los yacimientos de Cantarell.

Pemex: producción de petróleo

Según el analista Ramsés Pech, la producción no sube debido a que Pemex tiene el dilema de perforar pozos que eleven la producción entre los 20 campos prioritarios que arrancó el año pasado o continuar con la actividad exploratoria, por una parte, mientras que la caída en la demanda reduce sus ingresos y la crisis por el Covid-19 lo ha obligado a disminuir actividades en algunos activos, lo que se refleja en sus indicadores.

“Se debe considerar que Pemex no tiene dinero para hacer ambas actividades luego de la contracción del presupuesto y de que Pemex no tenía contemplado cerrar algunos pozos por la emergencia sanitaria y luego volver a abrirlos”, dijo el especialista.

Durante el segundo trimestre del año, en medio de la cuarentena para contener el avance de la Covid-19, Pemex aligeró sus pérdidas financieras a 44,337 millones de pesos, cifra inferior en 16% respecto de la observada durante el mismo trimestre del año anterior.

De abril a junio, las ventas de la petrolera bajaron 51.8% a 181,693 millones de pesos, un nivel mínimo de cuando menos una década, producto de una baja de 54.4% de las ventas nacionales y de 48% en las ventas de exportación.

Pero al ser Pemex un revendedor importante de productos refinados de importación, también se benefició de la baja de precios, pues sus costos de venta bajaron 45.7% a 153,140 millones de pesos. Sin embargo, la mayor ayuda financiera durante el segundo trimestre fue su alivio impositivo, ya que su pago de impuestos cayó 77.1 por ciento.

FUENTE: EL ECONOMISTA - MÉXICO