Mientras el mercado se acomoda, las empresas Shell, PAE y Chevron ya hicieron sus movimientos.
La expectativa por YPF. Los empleos que están en juego.

El fracking, el principal indicador de la actividad en Vaca Muerta, empezó a dar algunas señales de recuperación en los últimos tres meses. Sin embargo, lejos quedaron los tiempos de 700 etapas de fractura por mes o las 400 que se alcanzaron con el impacto del DNU 566 y cuando el mayor problema, en aquellos tiempos prepandemia, era superar la crisis macroeconómica argentina.

Después de la caída a cero del fracking en abril, quizás el mes más crudo para el sector hidrocarburífero en el mundo, la actividad volvió en mayo y luego se manifestó tímidamente. Según el informe que comparte todos los meses NCS Multistage, en agosto fueron apenas 98 etapas de fractura, en julio habían sido 44, en junio 196 y en mayo el retorno fue con 28.

YPF anunció un plan de reactivación de Vaca Muerta que en el corto plazo involucra dos perforadores y un set de fractura para sus operaciones de shale oil en Loma Campana. El movimiento de la petrolera estatal está ligado a las negociaciones con los sindicatos, que todavía mantienen una disputa con las cámaras por la última cláusula de revisión correspondiente a la Paritaria 2019.

En estos primeros meses de regreso, algunas compañías pudieron completar fracturas que tuvieron que pausar por la pandemia. Es así que Pan American Energy, Shell y Chevron son las empresas que aparecen en los datos y que sostuvieron las fracturas desde mayo. Shell continúa trabajando con un set de fractura en Cruz de Lorena y Chevron sigue operando en El Trapial. La última en incorporarse fue Vista Oil & Gas en agosto con trabajos para Bajada del Palo Oeste.

Con el impulso que podría darle YPF, el indicador del fracking estabilizaría los números de etapas de fractura para que no sean tan dispares. Al mismo tiempo, junto con la perforación, podría darse la vuelta a la actividad, puesto que todavía hay 17 mil trabajadores en sus casas a la espera de retornar al campo por rotación o que los llamen para cumplir tareas nuevamente.

Hay que sumar el complicado escenario que afrontan las frackeras, proveedoras indispensables de los sets y la logística.