Fuente: La República

La crisis geopolítica entre Rusia y Arabia Saudita, tras los fallidos acuerdos de la Opep, agudizan cada vez más la situación de la industria petrolera.
Los efectos de la disputa han reducido el precio del WTI a mínimos de 17 años (US$20) y han generado que el Brent alcance un precio de US$22 por barril, una cotización que desde ya alarma el Gobierno Nacional y la cual representa importantes impactos fiscales.

La reducción en la renta, el aumento del déficit de cuenta corriente y la situación financiera de Ecopetrol son tres de los cinco efectos a los que se enfrenta el país con los bajos precios. Pese a que los petroleros, analistas y economistas confían en que se presente una recuperación a mediano plazo, aún hay incertidumbre sobre el margen de maniobra que tendría la Nación para sopesar la situación.

1. Menos renta petrolera

La reducción de la renta petrolera es quizás uno de los impactos más graves que afronta el Gobierno si el petróleo sigue barato. El Ministerio de Hacienda planteó a inicios de 2020 un barril Brent a US$60, por lo que con la cotización actual (US$22) dichos ingresos se podrían reducir en cerca de $15,2 billones. La cifra obedece a que por cada dólar que cae el precio del crudo se dejan recibir entre $300.000 millones y $400.000 millones, según la ACP y Campetrol.

No obstante, este panorama podría agravarse un poco más si el barril de esta referencia cae a mínimos de US$20 por barril. De mantenerse en este rango, el impacto real llegaría hasta $16 billones, pues se estaría US$40 por debajo de las cuentas.

“La situación es complicada mientras no haya acuerdo en la Opep. Las empresas se están viendo afectadas y habrá un efecto en los proyectos de inversión y en los ingresos del Gobierno. La clave será mantener la producción con los precios”, explicó Carlos Leal, presidente de la junta directiva de Acipet.

2. Ecopetrol ajusta su operación

Si bien la petrolera anunció un plan de austeridad y recortó sus planes de inversión para 2020, los bajos precios afectarían las cuentas de la empresa. Su presidente, Felipe Bayón, dijo la semana pasada que mantenían un Break Even - umbral de rentabilidad- de US$29,9 por barril, por lo que si se mantiene la coyuntura no lograrían entregar utilidades en 2021.

“La empresa seguramente no va a pagar impuestos porque seguramente no contará con rendimientos, pero tampoco va a pagar dividendos”, explicó Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.

A esta opinión se sumó Andrés Langebaek, director de estudios económicos del Grupo Bolívar, quien agregó que con estos precios “algunas compañías van a tener que cerrar algunos pozos porque la extracción no es rentable. Incluso se verá reducida la producción”.

3. Déficit de cuenta corriente

Langebaek aseguró que cuando el precio del petróleo cae “inmediatamente” se aumenta el déficit de cuenta corriente del Gobierno. No obstante, en general, se advirtió que este incremento en el déficit se podría ver a mediano plazo y materializarse en 2021. De hecho, es de resaltar que, según Fedesarrollo, con el escenario actual de precio y el Covid-19 se impulsaría el déficit de cuenta corriente a 6,2% del PIB, principalmente por el freno del comercio.

“Tendremos que analizar cómo se comporta ese déficit de cuenta corriente. Acá no solo impactan los precios del petróleo, sino también la reducción de la demanda a causa de la pandemia”, explicó Carlos Rodríguez, gerente de renta variable de Ultraserfinco.

4. El precio de los importados

“El precio del petróleo es el principal determinante de la tasa de cambio, por lo que una caída en el Brent casi siempre conlleva al dólar alto y, en esa medida, subiría el precio de los productos importados”, explicó Luis Carlos Reyes, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, quien añadió que este impacto no sería inmediato, pues hay empresarios que tienen un inventario de productos.

Según Reyes, este tipo de ‘Pass Through’ se verían dos o tres meses, y tan solo se presentaría en algunos productos. Esto se traduciría en que cuentas nacionales como la deuda externa subiría.

5. Menores regalías

Los petroleros coinciden que los bajos precios implican altas dificultades en las operaciones, recortes de inversión y hasta menores desembolsos de regalías. “Con precio a menos de US$25 y comparado con un precio de US$50 el barril, fácilmente se pueden reducir entre $6 billones y $9 billones los ingresos por regalías, impuestos y participaciones”, dijo Julio César Vera, expresidente de Acipet y experto en hidrocarburos.

A esto se suma un efecto colateral, que implicaría recortes en el campo laboral, tanto a nivel de mano de obra no calificada y calificada. Una situación que se vivió hace cinco años en la crisis de 2015.