Es un informe de la consultora Analytica que analiza diversos escenarios de precios y actividad hasta el 2030. Fue presentado a empresas de la industria. Proyectan que en el mismo período la provincia será más dependiente de los hidrocarburos.
Fuente: Rio Negro
   
El estudio toma un Brent entre US$ 40 y US$ 107,9 por barril y un precio de gas de los US$ 3,2 a los US$ 7,7 por millón de BTU. El estudio toma un Brent entre US$ 40 y US$ 107,9 por barril y un precio de gas de los US$ 3,2 a los US$ 7,7 por millón de BTU. El Producto Bruto Interno (PBI) de Neuquén puede dar un salto de hasta 195% en la próxima década si los mejores escenarios de precios y actividad en Vaca Muerta se cumplen. Así lo calculó el economista Rodrigo Álvarez, CEO de la consultora Analytica, que trabaja desde 2013 con inversores, pymes y gestores de patrimonios en la región, a la caza de las oportunidades que ofrece la formación de petróleo y gas no convencional.
 
El informe que Analytica elaboró para el Banco de la Provincia del Neuquén (BPN) y que presentó en las últimas semanas a empresas del sector energético muestra que en el peor de los casos, la economía de la provincia crecerá un 34% hasta 2030, tomando como base el año 2018.
 
Dante Pinturerías De cualquier forma, ya en este año el PBI de Neuquén aumentará un 7%, al tiempo que el PBI nacional se hundiría un 3,5%, con pocas posibilidades de repuntar en 2020. A la vez, Analytica estimó que en cualquier escenario de precios –siempre que haya un desarrollo interesante en Vaca Muerta–, en los próximos años la economía de la provincia tendrá un incremento de un 16% superior al total nacional.
 
En números 195% es lo que podría crecer la economía de Neuquén en una década si se dan los mejores escenarios. Los prometedores números surgen de simular los escenarios wait and see (el mejor, con estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, EIA) y “Límite”, con un mínimo de rentabilidad en petróleo y con precios a la baja del gas. Así, el petróleo iría hasta 2030 en el orden de los US$ 40 a los US$ 107,9 por barril –según peor o mejor escenario– y el gas de los US$ 3,2 a los US$ 7,7 por millón de BTU.
 
El valor de la producción de petróleo no convencional (shale) se multiplicaría por 8 veces, de los US$ 1449 millones a los US$ 12.139 millones en el mejor de los casos o por 3 veces (hasta US$ 4501 millones) en el peor. Este año treparía 60,2% y el próximo apenas 2,8% por el parate actual de la actividad, para retomar los dos dígitos de crecimiento en 2021 y no abandonarlos a lo largo del resto de la siguiente década.
 
34% es el crecimiento económico a 10 años que calcula la consultora en el peor caso. El valor del shale gas, al mismo tiempo, podría pasar de US$ 2463 millones en 2018 a entre US$ 6788 millones y US$ 20.327 millones en 2030.
 
Siempre tomando como referencia los supuestos del wait and see, hacia 2030 la economía provincial se tornará aún mucho más dependiente de los hidrocarburos: si bien ahora el 42% del PBI es por el gas y el petróleo no convencional y también convencional, estos combustibles pasarán a representar el 62% del PBI al final de la próxima década.
 
En números 7% es el incremento que mostrará el PBI neuquino con respecto al 2018, a fin de año. A nivel nacional decreció un 3,5%. En ese caso, podrían crearse 190 mil nuevos empleos con derrame en las industrias de insumos (principalmente metales comunes y maquinaria y equipos, que pueden hasta cuadruplicarse en 10 años), bienes finales, servicios asociados y otros servicios.
 
Si se diera el precio “límite” de rentabilidad, el PBI de Neuquén será dependiente en un 51% de los hidrocarburos, con bajas tasas de crecimiento en bienes finales y servicios y altas tasas en la industria de insumos. De cualquier forma, se podrían crear 28.500 nuevos puestos de trabajo para saltar de los 311.048 hasta los 341.147 ocupados (serían 500.000 en el mejor de los casos).
 
El valor del shale gas podría pasar de US$ 2463 millones a US$ 20.327 millones en el 2030. Al respecto, Álvarez matizó que las estimaciones de la EIA “lucen optimistas” y que “las nuevas tecnologías podrían suavizar subas de precios”. También subrayó que “en la Argentina el precio efectivo recibido por los inversores depende de la incertidumbre política y que los precios desorbitantes pueden disparar retenciones o quitas de subsidios”. Los “milagros provinciales”, tal cual definió el caso de Neuquén, podrían despertar a la Nación.
 
Por otro lado, en Analytica sostuvieron que los precios tendrán mayores impactos en el futuro que las restricciones de cuello de botella. La clave será asegurar precios internacionales y disponibilidad de divisas a las empresas que inviertan. El resto vendría como consecuencia de esa seguridad jurídica.
 
Los puestos de trabajo podrían crecer a 341.147 en el peor escenario y a 500.000 en el mejor de los casos. Al respecto, la conclusión de la consultora es que Alberto Fernández, sin ser promercado, puede beneficiarse del desarrollo de Vaca Muerta simplemente siendo “racional” y aplicando las mismas políticas que utilizó Cristina Fernández de Kirchner a partir de 2013 con el pacto entre YPF y Chevron. Así, en los próximos cuatro años podrían llegar inversiones por un total de US$ 27.000 millones.