Lo concreto es que las grandes empresas van a esperar a que se resuelva el conflicto o muestre garantías. El golpe es para las chicas que necesitan más tiempo para planificar.
Fuente: Río Negro
  
La guerra comercial que tiene a China y Estados Unidos como principales actores parece no terminar nunca. Las dos naciones tienen posturas tomadas y sus decisiones se tradujeron en tarifas extras que encarecieron el comercio entre ambas.
 
Esta semana China anunció, por primera vez, un plan para agregar impuestos al petróleo norteamericano que ingresa a su país. Si bien no anunció ningún plan para el gas que compran, los productores de GNL de Estados Unidos temen que las tensiones se incrementen y que el país asiático busque otros mercados o que las condiciones de compra no sean las mismas que hasta ahora -vale remarcar que una decisión así sería de gran impacto, China es uno de mayores compradores de GNL-.
 
Si bien los proyectos actuales no corren peligro, son los nuevos los que están en duda. Hay compañías que tienen desarrollos de GNL en marcha en otros países y, si china busca abastecerse allí, las nuevas plantas licuefactoras en Estados Unidos podrían no ser tan rentables.
 
Lo concreto es que las grandes empresas van a esperar a que se resuelva el conflicto o muestre garantías. El golpe es para las chicas que necesitan más tiempo para planificar.