La compañía definió tres clústeres principales donde espera concentrar la producción petrolera en Vaca Muerta. Por el norte, planea delinear sus bloques Bajo del Toro y Narambuena, buscando extenderlos hacia Las Manadas y Puesto Hernández .
En el área centro-sur de la formación, YPF pretende aprovechar a plenitud el potencial petrolero de sus tres bloques estrella: Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur, y expandir la operación hacia el sur a Loma La Lata.
La empresa espera que la producción de los tres bloques aumente a niveles récord antes de fin de año. En Loma Campana, debería subir de alrededor de 40.000b/d a 50.900b/d en diciembre, con una inversión total de US$670mn en 2019.
En La Amarga Chica se proyecta un incremento de 12.000b/d a 20.000b/d con una inversión de US$560mn este año, mientras que Bandurria Sur debería aportar 10.300b/d a diciembre, con lo que duplicaría el volumen actual con inversiones de US$290mn.
En la parte sur de la formación, la compañía realizará exploración en los bloques Sierra Barrosa, Al Norte de la Dorsal y Cerro Bandera.
PRODUCCIÓN NO CONVENCIONAL
FixScr señala que la razón principal de la perspectiva de la compañía es su vínculo con el Estado argentino. A pesar de que YPF no tiene indicadores de producción óptimos ni ha podido aumentar significativamente sus reservas probadas, su gran capacidad de gasto y amplio control del mercado deberían permitirle transitar a un modelo de producción más eficiente en el futuro.
Este modelo tendrá un objetivo principal: migrar la producción convencional hacia operaciones no convencionales más baratas en Vaca Muerta. FixScr espera que la proporción de producción no convencional de YPF aumente de 28% a 70% de su volumen total para 2023. A medida que la baja de costos le va reportando a la empresa márgenes sólidos en la vasta formación no convencional argentina, los cuales podrían seguir disminuyendo conforme aumente la inversión en el área, la estrategia debería traducirse en resultados rentables a largo plazo.
Si bien YPF pudo aumentar sus reservas probadas de 929 millones a 1.080 millones de barriles equivalentes de petróleo (Mbep) el año pasado, el equivalente a 5,6 años de producción al ritmo actual, la cifra sigue por debajo de la relación "óptima" de reservas y producción de 10 años planteada por FixScr, agrega el informe.
Sin embargo, si las inversiones en Vaca Muerta reciben un gran respaldo, la empresa podría hacer crecer considerablemente sus reservas probadas. La estatal presentó hace poco la oferta ganadora por la prometedora área Aguada del Chañar, ubicada cerca de sus ya exitosos bloques Loma Campana, Amarga Chica y Bandurria Sur.
PAN AMERICAN ENERGY
FixScr decidió además mantener la calificación 'AAA (arg)' con perspectiva Estable para Pan American Energy, cuarto mayor productor de gas y segundo mayor productor de petróleo en el país. Los analistas evaluaron positivamente las reservas de 1.298 Mbep (74% de petróleo y 26% de gas) de la compañía, que le permiten la flexibilidad de aumentar o reducir significativamente el volumen de extracción según suban y bajen los precios.
La agencia también destacó el hecho de que las exportaciones representan el 35% de sus ingresos, aproximadamente US$1.600mn anuales. Con esto, PAE es más resiliente que sus competidores a la volatilidad de precios de Argentina y el valor de la moneda.
FixScr estima que las inversiones en upstream se estabilizarán este año en comparación con 2018, con en torno a US$1.100mn, con un sólido incremento en la producción de hidrocarburos de esquisto en Vaca Muerta. Además, la empresa debería gastar US$400mn adicionales en downstream, principalmente para aumentar la capacidad de su refinería de petróleo Campana, proyecto que comenzaría su construcción en el segundo semestre de este año.