Desde el 1 de junio China elevará del 10% al 25% los gravámenes de importación para el gas natural licuado (GNL) estadounidense, informaron en el comité de tarifas aduaneras del Consejo de Estado de la RPCh, según la agencia rusa RIA Nóvosti, encontró y tradujo Hernando Kleimans.
TNS LATAM
  
Según datos de la Comisión Federal de Regulación Energética (FERC), ahora en USA se construyen 5 líneas con una potencia total de 57 millones de toneladas de GNL por año. Según datos de la Comisión Federal de Regulación Energética (FERC), ahora en USA se construyen 5 líneas con una potencia total de 57 millones de toneladas de GNL por año.
 
Los gravámenes de importación chinos resultan una herramienta útil para responder a las acciones agresivas de Washington. Hace dos semanas Donald Trump acusó a Beijing de bombardear las negociaciones comerciales y anunció el aumento de las tarifas para la importación de artículos desde China por un valor total de US$ 250.000 millones, recordó Alexandr Lesnyj, en RIA Nóvosti.
 
Trump también prometió extender estas medidas en general a toda la importación china.
 
Beijing reaccionó de inmediato: desde el 01/06 se introducen gravámenes complementarios para los artículos norteamericanos en la suma de US$ 60.000 millones, incluyendo el GNL.
 
El mercado chino de GNL es el más grande y el de crecimiento más acelerado en el mundo y por eso es el más deseado para todos los exportadores de combustible, incluyendo a USA. “En el corriente año el mercado de GNL de China crecerá alrededor de una cuarta parte”, afirma el titular de la sección de investigación del mercado de gas de la compañía analítica Rystad Energy, Carlos Torres Díaz.
 
Es precisamente sobre este calculo que se ha armado la mayoría de los proyectos de construcción de terminales de GNL en USA. Así es que hace unos días en el estado de Louisiana se inauguró la planta Cameron LNG con tres líneas de producción y una potencia total de 13,5 millones de toneladas por año.
 
Pero debido a la guerra comercial en 4 meses los estadounidenses exportaron a China apenas 300.000 toneladas de gas contra el 1.400.000 de toneladas en el análogo período de 2018, según apuntan los especialistas de Vygon Consulting. Ahora y debido a los nuevos gravámenes, habrá que suspender por completo los suministros.
 
Entre tanto, según datos de la Comisión Federal de Regulación Energética (FERC), ahora en USA se construyen 5 líneas con una potencia total de 57 millones de toneladas de GNL por año. Los proyectos de estas 5 líneas ya han sido aprobados y esperan las definitivas decisiones de inversión. Ahora sus perspectivas se encuentran bajo un gran cuestionamiento.
 
Sin China tampoco es necesaria Europa
 
Los nuevos gravámenes chinos obligan a los estadounidenses a volverse hacia Europa. No es casual que la semana pasada el senador republicano Ted Cruz y la senadora demócrata Jeanne Shaheen presentaron en forma urgente en el Capitolio un proyecto de ley sobre sanciones contra los propietarios de buques que se utilicen en el tendido de tubos para el “Nord Stream – 2”, que abastecerá con más de 55.000 millones de m3 anuales a Europa a partir de diciembre próximo.
 
El proyecto extiende las sanciones a quienes respalden financiera o técnicamente el proyecto. Washington DC hace tiempo que exige que los europeos se pasen del gas ruso por caño al GNL estadounidense entregado por barcos.
 
La pérdida del mercado chino puede cortar a los norteamericanos sus planes de expansión europea. Como calcularon los analistas de Rystad Energy, Rusia ahora suministra gas a Europa por un precio promedio de cinco dólares por millón de unidades energéticas británicas (MBtu).
 
En este mismo nivel se encuentra el punto de rentabilidad para los suministros a Europa del GNL estadounidense. En otras palabras, para los norteamericanos vender su gas al precio ruso significa trabajar sin rédito.
 
Wahington DC presuponía resolver este problema con ayuda de suministros paralelos a Asia, donde los precios por el GNL son tradicionalmente más elevados que los europeos.
 
Pero ahora, sin China, la ampliación de la exportación a Europa para las empresas norteamericanas del gas es extremadamente desfavorable.
 
De Rusia con amor
 
Rusia es la que más gana por el nuevo giro de la guerra comercial entre USA y China. Las compañías rusas tienen buenas chances de ocupar la porción de mercado a la que pretendían los estadounidenses.
 
Ya desde el 1 de diciembre deberá funcionar el gasoducto “Fuerza de Siberia”, con una capacidad de 38.000 millones de m3 por año. El siguiente paso es la construcción de otro gasoducto a China, a través del montañoso Altai.
 
“Los suministros de gas ruso por caño a China pueden convertirse en el corredor de transporte del fluido más promisorio y significativo”, señaló a fines de abril Alexéi Miller, titular de Gazprom.
 
“China –subrayó- continúa incrementando firmemente el consumo de gas: en un 15% en 2017 y en un 18% en 2018. Se incremente todavía con mayor actividad la importación: el año pasado fue del 32%, alcanzando los 125.700 millones de m3. Como resultado de ello la RPCh encabezó por primera vez la lista de los principales importadores de gas natural en el mundo. La demanda de gas natural en China continúa creciendo y nosotros estamos listos para asegurarle confiables suministros para una perspectiva a largo plazo”.